Dentro de un grupo de Facebook anti-vacunas que promueve un remedio falso para el autismo.
Los padres de recién nacidos están reportando síntomas como diarrea, espasmos y crisis de llanto extremo en sus hijos tras administrarles el tratamiento de desintoxicación Pure Body Extra.
El mes pasado, una madre de Massachusetts, Katlyn, compartió un inquietante mensaje en un grupo privado de Facebook que promueve y vende un suplemento dietético que sus miembros creen que puede curar diversas enfermedades. En su publicación, Katlyn narró que había comenzado a darle a su hija de dos años unas gotas y un spray del producto, y que, tras su uso, la niña experimentó la aparición de dolorosas protuberancias en la piel. Katlyn se preguntó si esto podría ser un síntoma de desintoxicación, ya que su hija nunca había tenido problemas similares antes.
El producto en cuestión es Pure Body Extra (PBX), un tratamiento de desintoxicación basado en zeolitas que, según sus promotores, elimina metales pesados del organismo. Este producto se encuentra disponible en dos presentaciones: un spray para la desintoxicación celular y gotas para el bienestar digestivo y corporal. Aunque ha ganado popularidad en comunidades que están en contra de la vacunación, sus fabricantes aclaran que no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad. Sin embargo, muchos en el grupo afirmaron que el PBX podría tratar desde el cáncer hasta el autismo.
Rápidamente, Shannon, otra integrante del grupo, sugirió que las erupciones eran normales durante la desintoxicación, a lo que la administradora del grupo, Nikki, concordó, aconsejando a Katlyn que redujera la cantidad del producto, aunque sin dejar de administrárselo a su hija. Días después, Katlyn volvió a escribir compartiendo que su hija había tenido diarrea severa tras un cambio en la dosificación, preguntando si eso era habitual.
Los mensajes de los padres sobre efectos secundarios dolorosos y preocupantes por el uso de PBX en sus hijos son comunes en este grupo. Otros padres también reportaron problemas similares: diarrea, irritabilidad, y brotes de acné. Además, los miembros del grupo intercambian imágenes de las heces de sus hijos, en busca de parásitos, debido a la creencia infundada de que estos tratamientos desintoxicantes pueden eliminar parásitos del organismo infantil.
Este grupo es un ejemplo reciente de cómo la comunidad anti-vacunas ha utilizado plataformas como Facebook para enfatizar creencias pseudocientíficas y peligrosas, especialmente hacia productos que apuntan a la salud de los niños. Las redes han servido para promover tratamientos no regulados, incluso relatos absurdos como el uso de lejía o ivermectina como remedios para el autismo.
La fundadora del grupo, Julia Czelazewicz, es también una figura activa en otras redes sociales, donde promociona productos y comparte su experiencia con PBX. A pesar de las quejas y reportes de efectos adversos, las plataformas han sido renuentes a eliminar el grupo, lo que ha generado críticas de activistas que consideran que estas actitudes constituyen un abuso infantil.
Czelazewicz ha expresado que no ha hecho declaraciones sobre la capacidad del producto para curar el autismo, pero ha evitado responder preguntas sobre los efectos adversos que los padres han reportado. La promoción de PBX como desintoxicante para niños no tiene fundamento científico y puede resultar perjudicial, a pesar de las afirmaciones de que estos productos son seguros para todas las edades.
El uso de zeolitas está basado en su efectividad en diversas industrias, pero su uso como desintoxicante en niños simplifica en exceso la naturaleza de la toxicidad y sus posibles beneficios. Los expertos advierten que lo que algunos padres identifican como parásitos en los excrementos de sus hijos podría ser indicativo de daño intestinal y que la cuestión de la exposición a parásitos es muy limitada en los EE.UU.
En última instancia, la promoción de productos como Pure Body Extra a través de estas plataformas en línea se convierte en una herramienta para desinformar y exponer a padres vulnerables a tratamientos no comprobados que pueden no solo ser ineficaces, sino también peligrosos para la salud de sus hijos.