
China reconoce de forma inesperada que hackeó infraestructuras de EE. UU.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional inicia la vigilancia de redes sociales de inmigrantes, el presidente Donald Trump se enfoca en el exdirector de CISA que desmintió sus afirmaciones sobre fraude en las elecciones de 2020, entre otros temas.
La empresa israelí de software espía NSO Group ha sido incluida en la "lista negra" del Departamento de Comercio de Estados Unidos desde 2021 debido a su actividad de venta de herramientas de hackeo dirigidas. Sin embargo, una investigación revela que la compañía parece estar intentando hacer un regreso en la era de Trump, contratando a una firma de cabildeo con vínculos a la administración para presentar su caso.
Mientras tanto, el actual gobierno de Estados Unidos ha ordenado a trabajadores remotos y híbridos regresar a la oficina, en un esfuerzo descoordinado que ha dejado a empleados cruciales sin los recursos necesarios, como acceso confiable a Wi-Fi. Adicionalmente, Elon Musk organizó un "hackathon" en Washington D.C. para desarrollar una “mega API” que facilite el acceso y la compartición de datos del IRS entre sistemas de software.
Por otro lado, una nueva investigación ha revelado que chatbots de inteligencia artificial enfocados en fantasías sexuales, mal configurados, están filtrando las conversaciones de los usuarios en internet, exponiendo contenidos explícitos, incluidos en algunos casos, descripciones de abuso sexual infantil.
En otro frente, una reunión secreta en diciembre entre Estados Unidos y China reveló que oficiales de Beijing se atribuyeron el mérito por una amplia campaña de hackeo que ha comprometido infraestructuras estadounidenses, generando preocupación entre funcionarios americanos. Históricamente, las autoridades chinas han negado firmemente las acusaciones de hackeo ofensivo, lo que hace inusual su admisión en esta instancia.
Por su parte, el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad y la FBI han advertido que los servicios de inteligencia de China están reclutando a empleados actuales y antiguos del gobierno federal estadounidense, haciéndose pasar por organizaciones privadas como firmas de consultoría.
Además, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. han anunciado que comenzarán a monitorear la actividad en redes sociales de inmigrantes en busca de signos de antisemitismo y acoso físico a individuos judíos. Esta política afecta a quienes solicitan residencia permanente o están vinculados a instituciones educativas relacionadas con actividades antisemitas.
Trump también ha revocado la autorización de seguridad del exdirector de la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura, Chris Krebs, quien fue despedido en 2020 tras haber refutado las afirmaciones de fraude electoral del entonces presidente. La orden ejecutiva también afectó a otros empleados de su actual empresa, SentinelOne.
Finalmente, altos funcionarios de la NSA y Cyber Command han cancelado su participación en la conferencias RSA de seguridad, programada para iniciar el 28 de abril en San Francisco, como resultado de restricciones de viajes no esenciales en las agencias, en un contexto donde la dirección de estas instituciones ha cambiado tras el despido del General Timothy Haugh.