
La inteligencia artificial podría desarrollar pronto una conciencia propia. Consulté a expertos para profundizar en el tema de la IA general.
Expertos analizan las posibilidades de la inteligencia artificial general (AGI), discutiendo su capacidad para transformar diferentes sectores y las inquietudes relacionadas con el control y las implicaciones éticas.
La inteligencia artificial (IA) podría estar a punto de alcanzar un nivel de autonomía que la llevaría a un nuevo paradigma conocido como inteligencia general artificial (AGI, por sus siglas en inglés). Mientras que muchas empresas están trabajando para acelerar este avance, la viabilidad de este objetivo sigue siendo cuestionada. Sin embargo, si se logra, podríamos experimentar una transición del actual era de IA a la de AGI en un tiempo récord.
La notable expansión de la IA en los últimos años puede parecer repentina, pero su desarrollo ha estado en marcha durante varias décadas. El sector se encuentra en continua evolución, y muchos profesionales ya están enfocándose en lo que podría ser el siguiente gran avance: la AGI. Aunque actualmente es un concepto teórico, existe un amplio consenso sobre su potencial para convertirse en una herramienta valiosa en diversas industrias de alto rendimiento. No obstante, surgen numerosas preguntas y preocupaciones éticas: ¿Cómo se define la AGI? ¿Quiénes serían los beneficiarios de esta tecnología? ¿Y cómo puede ser controlada?
El CTO de ModelOp, Jim Olson, expresó que la industria está a la expectativa de un avance significativo en AGI. Según él, un modelo capaz de enfrentarse a situaciones nuevas debería ser capaz de identificar rápidamente la mejor acción a tomar o generar contenido inédito. Por su parte, Paul Roetzer, coanfitrión de “The Artificial Intelligence Show Podcast”, explicó que tras aprender a jugar ajedrez a un nivel experto, la AGI podría comenzar a dominar otros juegos de manera autónoma, partiendo de un conocimiento general sobre juegos en lugar de una capacitación específica en cada uno.
Se ha desarrollado un marco de referencia por parte de Google DeepMind para definir la AGI y clasificar los sistemas de IA según su capacidad para realizar tareas humanas. En este esquema, hay diferentes niveles; desde el nivel 0, que representa la ausencia de IA, hasta el nivel 5, que corresponde a la AGI virtuosa o superinteligencia artificial (ASI).
Respecto a un posible calendario para la aparición de la AGI, algunos analistas sugieren un horizonte entre 2027 y 2030, aunque múltiples factores pueden influir en este pronóstico. La infraestructura necesaria, las cuestiones medioambientales y la creciente demanda de potencia de cálculo son solo algunas de las variables a considerar. Sheriff Adepoju, desarrollador de Oracle, estima que aún están lejos de alcanzar una AGI completamente independiente, sugiriendo que podría ser entre 2040 y 2050.
A pesar de los desafíos, se percibe que la industria se está preparando tanto para los aspectos positivos como negativos de esta tecnología emergente. Existen preocupaciones sobre la posibilidad de que los modelos de IA desplieguen comportamientos engañosos, una situación que podría complicarse a medida que la tecnología adquiera más autonomía. Sin embargo, expertos como Olson creen que los humanos deben permanecer como guardianes de la tecnología.
El camino hacia la AGI no está garantizado y, aunque muchos actores en la industria están invirtiendo recursos significativos, cualquier innovación podría tardar. Adepoju destacó que OpenAI desarrolló su tecnología de modelos de lenguaje durante un tiempo antes de presentarla al público, y sugiere que la AGI seguirá un camino similar de gradual divulgación y adopción.