
Aplicación de compras impulsada por IA supuestamente desarrollada por humanos.
Un fundador de una empresa tecnológica supuestamente engañó a inversores al hacer afirmaciones sobre las supuestas capacidades de inteligencia artificial de su compañía.
Recientemente, se ha puesto en el punto de mira a un fundador del sector tecnológico, Albert Saniger, tras ser acusado de realizar afirmaciones engañosas sobre la tecnología de su empresa. Saniger, quien es cofundador y ex CEO de Nate, presentó su aplicación de compras universal como un innovador producto “potenciado por IA”. Sin embargo, tras una investigación se descubrió que, en lugar de usar inteligencia artificial, su funcionamiento dependía de un grupo de empleados en un centro de llamadas en Filipinas.
La acusación provino del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que informó sobre la imputación de Saniger por defraudar a inversores que habían invertido más de 50 millones de dólares en la aplicación de compras. Esta app, que se lanzó hace siete años, prometía facilitar la experiencia en el comercio electrónico al permitir a los usuarios omitir el proceso de pago en las tiendas en línea, supuestamente utilizando IA para completar las compras de forma autónoma con un solo toque.
Los usuarios que encontraban, por ejemplo, un par de zapatos en un sitio de comercio electrónico podían comprarlos rápidamente a través de Nate, que se encargaba de todos los pasos del proceso de pago, como seleccionar la talla y proporcionar la información de envío y facturación. Sin embargo, la Oficina del Fiscal de EE.UU. señaló que, aunque Saniger había adquirido tecnología de IA de un tercero y contratado a científicos de datos para su desarrollo, la aplicación nunca llegó a completar consistentemente las compras de e-commerce por sí sola.
Se alega que Saniger ocultó esta información a los inversores, ya que, lejos de utilizar IA, la empresa recurría a un equipo de trabajadores humanos que procesaban manualmente las transacciones, simulando acciones que los usuarios creían eran realizadas por inteligencia artificial. Según las acusaciones, el fundador utilizó “cientos” de contratistas en un centro de llamadas en Filipinas para finalizar compras a través de la aplicación Nate, y en ciertas ocasiones, durante períodos de alta demanda, el equipo de ingeniería de la empresa creó bots para automatizar algunas de las transacciones.
El fiscal Matthew Podolsky comentó sobre el caso, indicando que este tipo de engaño no solo perjudica a los inversores inocentes, sino que también desvía capital de startups legítimas, genera desconfianza en innovaciones reales y, en última instancia, obstaculiza el progreso en el desarrollo de la inteligencia artificial. Este asunto resuena con las advertencias de la Comisión Federal de Comercio de EE.UU., que ha instado a las compañías a ser cautelosas con sus afirmaciones sobre el uso de IA, aconsejando evitar exageraciones y promesas infundadas en relación a sus capacidades tecnológicas.