Una empresa de robótica ha impreso en 3D cerca de un centenar de viviendas en Texas.

En Georgetown, Texas, un ambicioso proyecto de comunidad residencial, que involucra el uso de una impresora 3D gigante, se encuentra cerca de su finalización tras casi dos años de trabajo. Esta iniciativa, conocida como Wolf Ranch, hace uso de la impresora Vulcan, que mide 45 pies de ancho y pesa más de 4.75 toneladas. El desarrollo es el resultado de una colaboración entre la empresa ICON, especializada en construcción mediante impresión 3D, y Lennar, una constructora de viviendas.

Las obras comenzaron en noviembre de 2022, con un objetivo claro: construir 100 hogares utilizando la Vulcan para el final del verano. Ya se han vendido más de un cuarto de las viviendas, cuyos precios oscilan entre $450,000 y $600,000, y algunos propietarios ya han comenzado a mudarse a las casas impresas en 3D.

La tecnología de ICON combina una mezcla de polvo de cemento, agua, arena y otros materiales para erigir muros en forma de tubos que forman las paredes de las casas. Cada vivienda, de una sola planta y con entre tres y cuatro habitaciones, requiere aproximadamente tres semanas para ser impresas. Los fundamentos y techos metálicos, sin embargo, se construyen de manera tradicional con equipos humanos.

Aunque las paredes impresas tienen un aspecto similar al de un gran corduroy, están diseñadas para ser resistentes y sostenibles, capaces de soportar condiciones climáticas extremas. Además, poseen características que las hacen resistentes al agua y energéticamente eficientes. El diseño contemporáneo de estilo rancho fue proporcionado por la firma arquitectónica BIG-Bjarke Ingels Group. A lo largo del proyecto, el proceso de construcción se ha optimizado, pasando de cinco equipos de trabajo a uno solo, junto con la impresora robótica.

Un aspecto a considerar es que el grosor de las paredes afecta la señal del WiFi, lo que ha llevado a los residentes a utilizar routers de internet de malla que distribuyen la señal por toda la casa en lugar de depender de un único punto de acceso.

Además de sus aplicaciones en la Tierra, ICON está explorando la posibilidad de emplear su impresora a gran escala para construir estructuras en la luna, un interés que ha encontrado recepción en NASA para su programa de exploración lunar Artemis, que planea enviar su primera tripulación en septiembre de 2025.

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