Cover Image for Taskmaster VR no logra cumplir con las expectativas del programa de televisión.

Taskmaster VR no logra cumplir con las expectativas del programa de televisión.

En teoría, el programa de televisión Taskmaster parecía estar preparado para una adaptación en realidad virtual. Sin embargo, el resultado no ha sido del todo exitoso. Dos elementos a considerar.

La serie británica Taskmaster ha cultivado un gran número de seguidores, gracias a su formato único que involucra a comediantes -o celebridades cómicas- que compiten en tareas absurdas, evaluadas de manera arbitraria por el presentador. La idea de una versión en realidad virtual, que permita a los fans experimentar los retos con un enfoque innovador, parecía prometedora. Sin embargo, el lanzamiento de Taskmaster VR no logra captar la diversión ni el encanto de la serie televisiva.

Después de ser anunciado y esperar su disponibilidad para la wishlist, el juego se lanzó recientemente en plataformas como Steam y Meta Quest 2 y 3. La experiencia comenzó en Quest 2, el modelo menos potente, antes de cambiar a la más avanzada Quest 3. Aunque es recomendable jugar en un dispositivo de mayor calidad, el verdadero problema radica en que el juego no se siente como un buen título en realidad virtual. La detección de colisiones presenta fallos y, aunque no es un inconveniente único de este juego, la precisión motora que se demanda en algunas tareas puede resultar frustrante.

Por ejemplo, uno de los primeros retos consiste en preparar un sándwich siguiendo instrucciones peculiares. La dificultad aumenta al tener que usar espátulas para abrir la nevera y manipular los ingredientes, lo que transforma lo que debería ser un ejercicio de destreza en un acto de pura suerte. En otra actividad, se requiere lanzar un huevo en una sartén, pero el escenario físico del juego resulta demasiado básico, haciendo que los objetos se comporten de manera poco predecible y dificultando mantener la sartén en su sitio.

Los juegos están divididos en múltiples etapas, lo que añade un valor positivo a la experiencia. En el mencionado desafío del sándwich, por ejemplo, algunos ingredientes necesitan ser cocinados, lo que requiere encender la estufa antes de servir el platillo para la evaluación del Taskmaster, quien criticará cualquier fallo, desde el tipo de pan hasta la presentación final.

El juego está impregnado de referencias a la serie, lo que podría deleitar a los verdaderos aficionados, al encontrar pequeños guiños en cada rincón. A pesar de ello, el diseño en comparación con el humor espontáneo y el ingenio de los comediantes de la serie puede dejar un vacío. Se echan en falta esos momentos de creatividad inesperada que hicieron de la serie un fenómeno.

Por otro lado, existe un modo creativo en el que los usuarios pueden diseñar sus propios niveles, lo que podría alargar la vida útil del juego si logra captar la atención de una base de usuarios. Aunque la interacción entre el Taskmaster y su asistente mantiene la esencia del programa, algo en la calidad de sonido y las representaciones en el juego no logra transmitir la peculiaridad y el encanto de sus personajes.

En resumen, Taskmaster VR tiene potencial, pero su ejecución actual podría no satisfacer a los fanáticos más entusiastas de la serie. La idea de introducir nuevas tareas mediante contenido descargable podría ofrecer una salida para revitalizar el interés en el juego a largo plazo.

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