¿Puede la inteligencia artificial de Grammarly detectar textos elaborados por ChatGPT?

Grammarly sigue ampliando su gama de herramientas de redacción y ha lanzado una nueva función destinada a detectar texto escrito por inteligencia artificial. Esta característica, conocida como Grammarly Authorship, está llegando a Google Docs en versión beta, y su objetivo principal es ayudar a los educadores a identificar cuándo los estudiantes utilizan IA para redactar sus trabajos académicos.

Durante mucho tiempo, docentes y responsable de políticas educativas han enfrentado el desafío de discernir si un texto ha sido elaborado con inteligencia artificial, pero la aparición de herramientas como ChatGPT ha aumentado la necesidad de contar con soluciones efectivas, ya que los métodos tradicionales han demostrado ser poco fiables. Además, la situación se complica por la posibilidad de falsos positivos y por la dificultad de distinguir entre las composiciones de los estudiantes que están aprendiendo a escribir y aquellas generadas por IA, especialmente en el caso de los que tienen el inglés como segundo idioma.

La función de Grammarly Authorship busca superar estos inconvenientes al ofrecer un monitoreo en tiempo real de la escritura. En lugar de analizar un texto ya finalizado, esta herramienta es capaz de identificar cuándo se ha escrito, copiado desde otras fuentes o generado mediante IA. Se integrará con más de 500,000 aplicaciones y plataformas, enfocándose en programas de redacción como Google Docs, Microsoft Word y Pages de Apple.

Grammarly Authorship puede rastrear el proceso de escritura, anotando cuándo se copia texto o se modifica con herramientas de IA. Posteriormente, genera un informe que clasifica el contenido según si ha sido escrito por el estudiante, si es generado por IA o si ha sido copiado desde otras fuentes. Incluso proporciona una reproducción del documento en el que se mostrará cómo se ha elaborado.

Aunque los individuos pueden acceder a Grammarly Authorship, su mercado principal son los educadores. La escritura generada por IA en el ámbito académico es un tema de controversia que ha dado lugar a acusaciones equivocadas por parte de los profesores; incluso algunos estudiantes han admitido utilizar IA para sus trabajos sin ser detectados.

La responsable de Grammarly para Educación, Jenny Maxwell, señala que al inicio del nuevo año escolar, muchas instituciones carecen de políticas claras y coherentes sobre el uso de IA. Esto ha llevado a una dependencia excesiva de herramientas de detección imperfectas y ha generado tensiones entre docentes y alumnos cuando se señala que un trabajo ha sido creado por IA. Asegura que lo que falta en el mercado es una herramienta que facilite un diálogo constructivo sobre el papel de la IA en la educación, algo que pretende lograr Grammarly Authorship al ofrecer a los estudiantes una manera sencilla de demostrar cómo han llevado a cabo sus trabajos.

Por supuesto, la aceptación de esta nueva herramienta dependerá de la confianza que los educadores depositen en su eficacia en situaciones reales. Además, competirá con otras iniciativas, ya que OpenAI ha desarrollado herramientas para detectar contenido generado por ChatGPT, aunque aún no ha decidido implementarlas debido a la posibilidad de generar problemas incluso para aquellos que tienen intenciones benignas.

A pesar de que contar con un informe como el de Authorship facilitaría la validación de la autoría de los trabajos de los estudiantes, surgen preocupaciones sobre la privacidad que podrían hacer que algunos se muestren reacios a utilizar esta herramienta. Hay estudiantes que podrían no estar interesados en compartir todos los borradores y los errores cometidos durante su proceso de escritura, prefiriendo mostrar solo el producto final. Sin embargo, la implementación de esta herramienta podría hacer que las sesiones de escritura en casa se asemejen más a un examen supervisado, donde incluso los movimientos inocentes puedan ser objeto de sospecha.

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