Prevenir ataques cibernéticos de China es la principal prioridad de seguridad en infraestructuras del DHS.
Otras prioridades incluyen inteligencia artificial y cambio climático.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha declarado que la prioridad principal hasta finales de 2025 es combatir las amenazas cibernéticas y de otro tipo planteadas por la República Popular China (PRC). En un documento de orientación publicado la semana pasada, el DHS describe un esfuerzo "de toda la sociedad" para proteger la infraestructura crítica de amenazas externas, colocando a China en la parte superior de la lista de preocupaciones.
Además de China, las prioridades incluyen la gestión de los riesgos en evolución de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, la mitigación de las vulnerabilidades de la cadena de suministro, la preparación para los riesgos relacionados con el cambio climático en infraestructuras críticas y la dependencia de los servicios y comunicaciones basados en satélites.
El secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, mencionó la importancia de proteger la infraestructura crítica, desde el sistema bancario hasta la red eléctrica, cuidado de la salud y sistemas de agua del país, subrayando que la función fiable de esta infraestructura es crucial para la seguridad nacional, económica y pública.
El gobierno federal y la comunidad de inteligencia consideran a China como una de las mayores amenazas para la seguridad nacional, principalmente por su capacidad y "voluntad" de llevar a cabo ciberataques contra la infraestructura de Estados Unidos. Además, se advierte sobre posibles amenazas derivadas de "otras actividades malignas en la 'zona gris'", como inversiones financieras, espionaje tradicional y amenazas internas.
El FBI ha alertado sobre hackers vinculados al gobierno chino que han accedido a infraestructuras críticas en Estados Unidos, esperando el momento adecuado para causar un gran impacto. Por otro lado, el DHS estableció un Grupo de Trabajo sobre China en 2020 para abordar la "amenaza creciente" de actividades malignas chinas en diversas áreas.
La postura del Congreso también se ha vuelto más beligerante hacia China, con esfuerzos para prohibir TikTok y bloquear compras de baterías a empresas chinas por parte del DHS. La preocupación por la seguridad nacional es el principal motor detrás de estas acciones.
