Nuevos métodos de seguridad digital son necesarios: GenAI considera obsoletas las contraseñas.
Nuevas técnicas para protegerse del fraude.
En el año 1961 se estableció la primera contraseña digital, mucho antes de la era de internet. Fue un año significativo en la historia, con Yuri Gagarin convirtiéndose en el primer ser humano en orbitar la Tierra, la construcción del Muro de Berlín y la primera presentación de los Beatles en el Cavern Club de Liverpool. A pesar del progreso tecnológico y social desde entonces, las contraseñas siguen siendo nuestra principal defensa contra los ciberdelincuentes.
Las contraseñas nunca han brindado una protección sólida contra fraudes, siendo vulnerables a curiosos, colegas entrometidos y sobre todo, a estafadores ambiciosos. Con la llegada de herramientas de inteligencia artificial (IA) fáciles de usar y disponibles para todos, las contraseñas digitales tal como las conocemos están prácticamente obsoletas. Esta tecnología permite a los delincuentes burlar la seguridad basada en contraseñas, utilizando métodos de ingeniería social (como videos deepfake, clonación de voz y estafas personalizadas) para acceder a nuestras cuentas bancarias.
Una encuesta reciente a 600 profesionales de gestión de fraudes, prevención de lavado de dinero y cumplimiento normativo en todo el mundo reveló que casi el 70% de los encuestados creían que los criminales eran más hábiles utilizando inteligencia artificial para cometer delitos financieros que los propios bancos empleando esta tecnología para detenerlos.
Para hacer frente a esta amenaza, las instituciones financieras y los bancos deben innovar. Actualmente, el gobierno del Reino Unido estima que el costo de los ciberdelitos asciende a £27 mil millones al año, y un informe de BioCatch señala que más de la mitad de las empresas gastaron entre $5 millones y $25 millones en combatir amenazas impulsadas por IA en 2023. Además, el 56% de los profesionales financieros y de seguridad encuestados reportaron un aumento de la actividad delictiva el año pasado, con previsiones de un incremento en 2024.
Ante un panorama de ciberamenazas en constante evolución, los profesionales de la lucha contra el fraude esperan desafíos aún mayores por delante. Los ciberdelincuentes están llevando a cabo ataques sofisticados, creando correos electrónicos de phishing convincentes, videos deepfake para ingeniería social y documentos fraudulentos, entre otras tácticas.
La inteligencia artificial ha casi obsoleto los sentidos que durante milenios hemos empleado para distinguir entre lo legítimo y lo fraudulento. Las instituciones financieras deben adoptar enfoques nuevos para mantenerse al día y combatir estas amenazas de manera efectiva.
