Los Soldados Superpotenciados con Inteligencia Artificial: Una Realidad más allá de lo Imaginado

El día se está convirtiendo lentamente en noche, y los operadores especiales estadounidenses están creciendo preocupados. Se encuentran desplegados en un centro urbano densamente poblado en una región políticamente volátil, y la actividad local ha aumentado en los últimos días, con las calles y mercados rebosantes de más bullicio de lo normal. La inteligencia sugiere que el nivel de amenaza en la ciudad es alto, pero los detalles son vagos, por lo que el equipo necesita mantener un perfil bajo, ya que un enfrentamiento podría atraer elementos hostiles conocidos hacia ellos. Para evaluar las posibles amenazas, los estadounidenses deciden adoptar un enfoque más cauteloso. Optan por no utilizar equipos tácticos llamativos y en su lugar intentan pasar desapercibidos entre la multitud, un operador se adentra en la avenida principal del vecindario para observar lo que puede ver. Con un clic de un botón, el operador ve... todo. Una compleja serie de sensores colocados en su pantalla empiezan a recopilar información del mundo que le rodea. Se recopilan rápidamente lenguaje corporal, ritmos cardíacos, expresiones faciales e incluso fragmentos de conversaciones en dialectos locales que son procesados en sus supercomputadoras de respaldo con la ayuda de un motor de inteligencia artificial incorporado. La información es instantáneamente analizada, simplificada y devuelta a la pantalla. La evaluación del compañero táctico de IA de los operadores es clara: Se acercan una serie de eventos estacionales a la ciudad, y la mayoría de transeúntes están emocionados y exuberantes, presentando una amenaza mínima para el equipo. Crisis evitada, por ahora.

Este es uno de los muchos escenarios potenciales presentados repetidamente por funcionarios del Departamento de Defensa en años recientes al discutir el futuro de las fuerzas de operaciones especiales de EE.UU., esas tropas de élite encargadas de enfrentar las amenazas más complejas del mundo como la "punta de lanza" de las fuerzas armadas de EE.UU. Tanto los funcionarios de defensa como los escritores de ciencia ficción pueden haber imaginado un futuro de guerra moldeado por implantes cerebrales y drogas potenciadoras del rendimiento, o un traje de armadura potenciada directamente de Starship Troopers, pero según el Comando de Operaciones Especiales de EE. UU., la próxima generación de conflictos armados se librará (y, esperemos, se ganará) con un concepto relativamente simple: el "operador hiperhabilitado".

Introducido al público por primera vez en 2019 en un ensayo de funcionarios de la Fuerza de Tareas Conjunta de Adquisición (JATF) de SOCOM para la revista Small Wars, el concepto de operador hiperhabilitado (HEO) es el programa sucesor al esfuerzo del Traje Táctico de Asalto Ligero del Operador (TALOS) que, iniciado en 2013, buscaba equipar a las fuerzas de operaciones especiales de EE. UU. con un traje estilo "Iron Man". Inspirado por la muerte en 2012 de un Navy SEAL durante una operación de rescate de rehenes en Afganistán, TALOS pretendía mejorar la supervivencia de los operadores en combate haciéndolos virtualmente resistentes al fuego de armas pequeñas a través de capas adicionales de armadura sofisticada.

El objetivo principal del concepto HEO es sencillo: dar a los combatientes una "superioridad cognitiva" en el campo de batalla, o "la capacidad de dominar la situación tomando decisiones informadas más rápido que el oponente", según lo expresan los funcionarios de SOCOM. En lugar de otorgar a las fuerzas de operaciones especiales de EE.UU. ventajas físicas a través de armaduras corporales de próxima generación y armas exóticas, el futuro operador se adentrará en la batalla con tecnologías diseñadas para impulsar su conciencia situacional y toma de decisiones relevantes a niveles superiores en comparación con el adversario.

Para lograr este objetivo, el concepto HEO propone intercambiar la armadura potenciada que era el núcleo del esfuerzo TALOS por equipos de comunicaciones sofisticados y un robusto conjunto de sensores construidos sobre una arquitectura informática avanzada, que permita al operador recopilar datos relevantes y convertirlos en información procesable a través de una interfaz sencilla como una pantalla de visualización, y hacerlo "en el borde", en lugares donde las redes de comunicación tradicionales pueden no estar disponibles.

En consonancia con estas áreas experimentales de tecnología, SOCOM se ha concentrado en seis líneas inmediatas de desarrollo de productos, que incluyen el "equipo usado por el operador" que incluye sensores y capacidad de procesamiento de computadora incorporada, recursos de desarrollo de aplicaciones, una arquitectura de sistema única y la interfaz humano-máquina generalmente concebida como una pantalla digital de visualización, entre otros.

Las capacidades aspiracionales del HEO mantienen un gran potencial, y a pesar de los desafíos técnicos involucrados, el esfuerzo representa una gran mejora en las capacidades de los operadores especiales de EE.UU. destinados en el extranjero, con la ayuda del HEO, liderarán en futuros conflictos.