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La decisión de Elon Musk de privatizar los “likes” en X ha deteriorado la plataforma.

Ocultar los "me gusta" en X puede ser perjudicial para todos.

Pasar un tiempo en X, la aplicación anteriormente conocida como Twitter, a menudo resulta en respuestas que dejan mucho que desear. Al leer un tuit, la falta de contexto puede generar confusión sobre las intenciones del autor: ¿están bromeando? ¿son sarcásticos? ¿o simplemente son groseros? Esto lleva a la pregunta: ¿cómo interpretar esta interacción?

Anteriormente, había una solución a este dilema: revisar los "Likes" de un usuario. Sin embargo, en junio, X decidió hacer privados todos los "Likes", un cambio que, a primera vista, parecía menor. No obstante, esta modificación ha perjudicado notablemente la dinámica en la plataforma.

Los "Likes" en Twitter eran una forma eficaz de conocer rápidamente las inclinaciones de alguien. Al ingresar en la pestaña de "Likes" de un perfil, era posible detectar el tipo de contenido que esa persona apoyaba: si sus "Likes" indicaban que disfrutaban publicaciones de comportamientos poco amables, era mejor evitar esa cuenta. En cambio, si se veían "Likes" de publicaciones más constructivas, se podía interpretar que su intención era irónica.

La decisión de privatizar los "Likes" parece beneficiar a un grupo reducido a expensas de una experiencia más enriquecedora para el público. Elon Musk justificó esta medida como una forma de proteger a los usuarios de ataques en línea por sus preferencias, aunque muchos consideren que se trata de un escudo para aquellos que desean apoyar contenidos ofensivos sin repercusiones. Musk, al ser un exponente de estas dinámicas, probablemente prefiere que sus gustos no sean expuestos públicamente.

Los "Likes" representaban una forma de aprecio pasivo, ayudando a los usuarios a decidir si interactuar o no con diferentes cuentas. Además, estos también servían como una herramienta para descubrir contenido valioso, ya que muchos utilizaban los "Likes" de personas con buen sentido del humor para encontrar los mejores tuits de la semana.

Es cierto que algunos argumentan que hacer los "Likes" privados permite a los usuarios sentirse libres de expresar sus opiniones sin miedo al juicio o al acoso. Sin embargo, Twitter ya contaba con una opción de marcadores desde 2018, lo que permitía guardar contenido sin exhibir públicamente las preferencias.

La privatización de los "Likes" también resta valor a las historias y momentos inolvidables que permitían entrever las preferencias de figuras públicas. Por ejemplo, los "Likes" de Jason Sudeikis a críticas de Ted Lasso o el inusual apoyo de Donald Trump a un tuit irreverente de hace años. Sin los "Likes" públicos, se habrían perdido muchos aspectos interesantes y divertidos de la experiencia en esta red.

En conclusión, aunque privatizar los "Likes" no es la acción más destructiva realizada por Musk en dicho espacio, sí ha contribuido a una experiencia más monótona. La plataforma antes conocida como Twitter, que solía ser un lugar donde se compartían y descubrieron ideas y humor, ahora parece haberse vuelto más sosa con esta modificación.

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