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Ki introduce la energía inalámbrica para los electrodomésticos de cocina.

¿Qué es Ki y cómo puede facilitar la organización de tu cocina?

La Wireless Power Consortium (WPC) ha presentado las especificaciones finales para el estándar de transferencia de energía inalámbrica Ki, que permitirá a pequeños electrodomésticos de cocina, como tostadoras y licuadoras, funcionar sin la necesidad de cables de alimentación. Aunque este sistema aún no está disponible para los consumidores, se espera que los fabricantes tengan la oportunidad de enviar productos para su certificación antes de que finalice el año.

Actualmente, muchos ya disfrutan de la comodidad que ofrecen los cargadores inalámbricos Qi y Qi2. Estos dispositivos utilizan un principio llamado inducción electromagnética, donde un campo magnético genera una corriente eléctrica. Así, los productos electrónicos pequeños como teléfonos inteligentes y auriculares pueden cargarse simplemente al ser colocados sobre pads o bases, eliminando la necesidad de conectar un cable específico.

El nuevo estándar Ki también utiliza la inducción electromagnética para transferir energía inalámbricamente, pero tiene diferenciaciones significativas. Mientras que Qi se encarga únicamente de cargar la batería de dispositivos móviles, el sistema Ki permite utilizar directamente la corriente generada para alimentar motores, elementos calefactores y la electrónica en electrodomésticos.

Mientras que una carga lenta es suficiente para mantener la batería de un smartphone, los aparatos de cocina que realizan tareas como picar, cocinar y batir requieren una potencia considerablemente mayor. De este modo, mientras que los estándares Qi y Qi2 pueden ofrecer hasta cinco y 15W de potencia respectivamente, el estándar Ki es capaz de transmitir hasta 2,200W gracias a bobinas de mayor tamaño, suficiente incluso para dispositivos que consumen mucha energía como las freidoras de aire.

WPC prevé que los transmisores de energía Ki se integren inicialmente en productos como las placas de cocción por inducción, que ya utilizan tecnología similar, ampliando así su utilidad en la cocina. Además, estos transmisores pueden estar alojados debajo de las encimeras, manteniéndose casi invisibles cuando no están en uso, y tienen la capacidad de transmitir energía a través de materiales como granito, cuarzo, mármol e incluso madera, hasta 1.5 pulgadas de grosor.

Paul Struhsaker, director ejecutivo de la WPC, señala que las ventajas del estándar Ki invitarán a repensar el diseño y el uso de las cocinas modernas, beneficiando tanto a las nuevas edificaciones, como a las reformas en hogares existentes y a quienes buscan disfrutar de un hogar inteligente.

Para garantizar la seguridad, el estándar Ki incluye varias medidas de protección. Los electrodomésticos compatibles con Ki se comunican con los transmisores a través de NFC, y la generación de energía solo ocurre cuando un aparato es detectado. Si un licuadora se cae, la entrega de energía se detiene de inmediato, y los transmitores no pueden activarse por utensilios de cocina metálicos que se coloquen sobre ellos. Además, se asegura que la parte inferior de los electrodomésticos o la superficie de la encimera nunca alcancen temperaturas que puedan causar quemaduras o daños.

La eliminación de los cables también reduce riesgos de tropiezos en la cocina, así como los peligros de incendio que pueden surgir de cables que, con el tiempo, se desgastan. Con marcas como Philips, Midea y Miele ya formando parte de la WPC, es probable que pronto veamos la llegada de electrodomésticos compatibles con Ki al mercado, aunque todavía no se han anunciado productos específicos.

No obstante, para disfrutar de una experiencia completamente libre de cables en la cocina, será necesario reemplazar tanto el hardware existente como algunos electrodomésticos. Se estima que los componentes adicionales para hacer compatibles los electrodomésticos con Ki incrementarán su precio entre 8 y 9 dólares, sin contar con otros costos asociados a los transmisores y posibles renovaciones para llevar la energía a donde se instalen.

La pregunta es si valdrá la pena realizar todas estas mejoras. Sin conocer cuántos fabricantes adoptarán la compatibilidad con Ki, aún es pronto para hacer grandes cambios en la cocina. A pesar de ello, debido a la creciente popularidad de la carga inalámbrica, es probable que los consumidores reciban con entusiasmo una nueva forma de deshacerse de los cables en sus hogares.

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