Cover Image for El surgimiento del algodón rastreable: Cómo la tecnología posibilita la agricultura sostenible.

El surgimiento del algodón rastreable: Cómo la tecnología posibilita la agricultura sostenible.

Agricultores están recurriendo a programas como e3 de BASF y la plataforma MyFarms para garantizar que su algodón se cultive de forma sostenible y sea rastreable desde la semilla hasta la camiseta.

En los últimos años, los consumidores han tomado mayor conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad en la moda. Quieren conocer cómo se fabrican los productos, desde la materia prima utilizada, para asegurarse de que sus compras no impacten negativamente en el medio ambiente. Este cambio en el comportamiento del consumidor ha hecho que el algodón rastreable sea muy popular entre las marcas de moda, ya que garantiza que proviene de granjas que priorizan prácticas sostenibles, lo que a su vez permite a las marcas comercializar sus productos como tales. Para satisfacer esta demanda, los agricultores están implementando cada vez más prácticas sostenibles, como promover la biodiversidad y minimizar el uso de pesticidas dañinos. Sin embargo, trasladar una granja a prácticas agrícolas regenerativas puede ser un desafío. Para aprender qué cambios pueden realizar y garantizar la trazabilidad de su algodón, más agricultores recurren al programa de algodón sostenible e3 de BASF. "La trazabilidad comienza con la semilla y abarca todas las actividades durante la temporada de crecimiento hasta la cosecha", señala Raymond Daniels, gerente de sostenibilidad de semillas de la unidad de negocios de soluciones agrícolas de BASF. "Los agricultores registran sus actividades, incluidos campos, insumos y prácticas de cultivo, en una plataforma en línea." La recolección y gestión de datos son cruciales para los agricultores, quienes deben hacer un seguimiento de todo, desde el uso del agua hasta la aplicación de pesticidas, para cada hectárea de tierra. Estos datos no solo les ayudan a ver los cambios, mejoras y costos de un año a otro, sino que también les permiten monitorear su avance hacia los objetivos de sostenibilidad. Sin tecnología, este proceso de recopilación de datos puede volverse engorroso y propenso a errores. Según Daniels, los agricultores no son expertos en recolección de datos y a menudo no tienen el tiempo necesario para capturar todo. "Superamos esto de varias maneras, una de las cuales es utilizando un especialista en inscripciones", explica Daniels sobre la inscripción de agricultores en el programa e3, que aprovecha una plataforma digital llamada MyFarms. "Otra manera es establecer conexiones API con sistemas de gestión agrícola comúnmente utilizados en nuestra industria, permitiendo que los datos fluyan de ida y vuelta y alivien la carga en la captura." MyFarms incorpora datos y modelado de fuentes públicas para ayudar a los agricultores a comparar la sostenibilidad general de su algodón con los puntos de referencia regionales. Además del seguimiento de datos, los agricultores inscritos en el programa e3 de BASF tienen la ventaja adicional de que su algodón sea rastreable. Daniels explica que el nivel de transparencia en la granja que ofrece e3 es único en el programa. Después de la cosecha del algodón, se toma la Identificación de Balas Permanentes (emitida por el USDA) y se adjunta a los datos recopilados en la plataforma. Para las pacas inscritas en el programa, se puede rastrear todo hasta el campo en el que se cultivó. Aunque BASF y los agricultores no pueden rastrear el algodón una vez que se vende a un molino y avanza en la cadena de valor, una marca puede hacerlo si así lo desea. Cuando las marcas saben que están comprando algodón de una granja sostenible, a menudo están dispuestas a pagar más por él. Creemos firmemente que los agricultores deben ser rentables y recompensados adecuadamente por el trabajo que realizan para hacer que su operación sea sostenible”, afirma Daniels.

Cómo una familia agrícola comenzó a implementar prácticas de agricultura regenerativa utilizando tecnología Mark y Cali Noland han heredado conocimientos tradicionales de agricultura: la familia de Cali ha estado dedicada a la agricultura durante unas cuatro generaciones en una zona del delta del Mississippi. Cuando Mark se hizo cargo, la familia se trasladó a una granja en el noroeste de Mississippi, pero pronto tuvo problemas de salud relacionados con el moho en la antigua casa de campo. Cali comenzó a investigar sobre salud natural y continuamente escuchaba sobre agricultura regenerativa. "Comencé a decirle a mi esposo, 'Oye, creo que necesitamos investigar esto'", recuerda Cali. Antes de iniciar la transición, los Noland se inscribieron en el programa de algodón sostenible e3 de BASF. Esto les permitió hacer un seguimiento de su progreso, establecer metas y tomar decisiones basadas en datos que estuvieran alineadas con sus objetivos de sostenibilidad. "Eso fue como una puerta que se abría para nosotros", dice Cali. "Obtener un sistema para poder analizar esas métricas de un año a otro, cuando antes no había realmente nada que estuviera monitoreando eso." Los Noland comenzaron prácticas regenerativas implementando cultivos de cobertura, plantas que ayudan a prevenir la erosión del suelo y a favorecer el crecimiento del cultivo subyacente elegido. Luego, hace unos tres años, pasaron a la siembra directa "en buena parte de sus tierras", dice Cali. "Estamos simplemente cosechando y luego dejándolo allí para plantar exactamente igual el próximo año." Han experimentado personalmente los beneficios de la agricultura regenerativa, no solo en términos de salud del suelo y biodiversidad, dice Cali, sino también en la reducción de su dependencia de insumos sintéticos como los pesticidas. "En los últimos años desde entonces, las cosas realmente han despegado. Ha sido increíble para nosotros", comenta Cali. La transparencia y trazabilidad proporcionadas por el programa e3 han abierto nuevas oportunidades para los Noland, incluidas asociaciones directas con fabricantes de ropa. "Antes, prácticamente dependíamos en un 100 por ciento de lo que hacía el mercado", dice Cali. Ahora, mediante el uso de tecnología, pueden salirse del mercado y negociar un precio que refleje el valor real de su algodón producido de manera sostenible. "Con nuestro algodón, hemos podido establecer relaciones individuales con algunas marcas de moda que desean tener esa relación directa con sus granjas", dice Cali. "Quieren saber qué prácticas estás llevando a cabo en la granja para la integridad de su producto."