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El secreto para vivir más allá de los 120 años: Nanobots.

En "La Singularidad está más cerca: Cuando nos fusionemos con la IA", su secuela espiritual de su primer libro (in)famoso, Ray Kurzweil insiste en la promesa de la inmortalidad.

En la actualidad nos encontramos en las etapas finales de la primera generación de extensión de la vida, la cual implica aplicar el conocimiento farmacéutico y nutricional actual para superar desafíos de salud. En la década de 2020 estamos comenzando la segunda fase de extensión de la vida, que consiste en la fusión de la biotecnología con la inteligencia artificial. Los años 2030 marcarán el inicio de la tercera fase de extensión de la vida, la cual utilizará la nanotecnología para superar por completo las limitaciones de nuestros órganos biológicos.

A medida que entramos en esta fase, prolongaremos significativamente nuestras vidas, permitiendo a las personas superar con creces el límite humano normal de 120 años. Hasta el momento, solo una persona, Jeanne Calment, una mujer francesa que vivió hasta los 122 años, ha documentado haber vivido más de 120 años. ¿Por qué, entonces, existe este límite tan estricto a la longevidad humana? Los datos actuariales muestran que a partir de los 110 años, el riesgo de muerte aumenta aproximadamente en 3.5 puntos porcentuales al año.

La causa de este límite estricto a la longevidad parece residir en que el envejecimiento de los supercentenarios (mayores de 110 años) es cualitativamente diferente al de las personas mayores. La acumulación de daños en el cuerpo humano proviene principalmente de la combinación de metabolismo celular y reproducción celular. A medida que envejecemos, la acumulación de errores en la reproducción celular supera la capacidad de reparación del cuerpo.

Los investigadores de longevidad argumentan que la única solución es curar el propio envejecimiento, y los nanorobots ofrecen la solución más prometedora. A través de la nanotecnología, seremos capaces de reparar el daño del envejecimiento a nivel de células individuales y tejidos locales, lo que permitirá prevenir y revertir las enfermedades asociadas con el envejecimiento.

En última instancia, la nanotecnología nos permitirá no solo restaurar la función normal del cuerpo, sino también mejorarla más allá de lo que la biología sola hace posible. Los nanobots de ingeniería podrían ser miles de veces más rápidos y fuertes que los materiales biológicos y estar diseñados para un rendimiento óptimo.

En resumen, la próxima revolución en la extensión de la vida involucra la aplicación de la nanotecnología para reparar y mejorar nuestros cuerpos y cerebros, llevándonos mucho más allá de las capacidades de nuestros organismos biológicos.