El IRS cuenta con una gran cantidad de tecnología heredada, pero no tiene los recursos para reemplazarla.

Un informe del Inspector General del Tesoro para la Administración Tributaria ha criticado la decisión del IRS de cerrar su 'Oficina de Retiro Técnico'. Esta oficina tenía como misión "identificar, priorizar y ejecutar la actualización, reemplazo o eliminación de sistemas obsoletos", pero fue cerrada en 2021 como parte de un esfuerzo por "reducir estratégicamente la huella de tecnología de la información en toda la organización". Desde entonces, la oficina no ha sido reemplazada.

Como resultado de esta decisión, el IRS ahora cuenta con 107 sistemas heredados que necesitan ser retirados, de los cuales solo dos tienen un plan de desmantelamiento establecido. Esto podría poner al departamento en una situación vulnerable ante posibles ciberataques. El informe subraya la urgencia de implementar un programa que gestione la retirada de estos antiguos sistemas tecnológicos, especialmente después de que el IRS experimentara interrupciones debido a su infraestructura obsoleta, con algunos sistemas de más de 20 años.

Más del 20% del software y el 8% del hardware del IRS se considera 'heredado', lo que indica que los problemas tecnológicos están profundamente arraigados en su operativa. La tecnología juega un papel fundamental en muchas organizaciones hoy en día, y el costo de reemplazar estos sistemas envejecidos puede ser considerable. Entre 2019 y 2023, el gasto del IRS en infraestructura de TI aumentó un 35%, una tendencia que se espera continúe hasta que se retiren los sistemas antiguos.

El IRS no está solo en su dependencia de software anticuado; un informe de Dell reveló que más del 70% del software utilizado en empresas Fortune 500 fue desarrollado hace 20 años o más. Estos sistemas desactualizados dejan a las organizaciones expuestas a vulnerabilidades relacionadas con brechas de datos y ataques cibernéticos, lo que genera costos que superan los 1 millón de dólares en promedio. Además, entre el 60 y el 80% de los presupuestos de TI se destina, en promedio, al mantenimiento del hardware y aplicaciones existentes.

Finalmente, estos sistemas no solo representan un gasto para las organizaciones, sino también un impacto ambiental significativo, ya que la infraestructura heredada podría ser responsable de más de un tercio del consumo de energía total de las empresas, dificultando así el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad. Mantener la infraestructura actualizada es crucial para asegurar la protección de datos y reducir costos.

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