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El icónico Ford Capri regresa en forma de un SUV eléctrico poco parecido al original musculoso.

Si esperas un coupé musculoso para la era eléctrica, podrías llevarte una decepción.

Ford ha presentado su reinterpretación del Capri de finales de los años 60, un modelo que causó sensación en el Reino Unido y Europa gracias a su apariencia de muscle car y su amplia variedad de motores a gasolina, desde 1.3 litros hasta un rugiente V6 de 3.0 litros. Sin embargo, el modelo que saldrá a la venta casi 40 años después de que se discontinuara el distintivo original, deja de lado el estilo swooping fastback y las características de 'muscle car' británico para adoptar proporciones más reservadas de un SUV eléctrico.

Siguiendo la línea del Mustang Mach-E, que tiene poco parecido con un Ford Mustang real, el Capri ha optado por competir con modelos como el Polestar 2, que también tiene un perfil lateral inquietantemente similar, así como el EX30 de Volvo, el e-3008 de Peugeot y el ID 5 de Volkswagen.

De hecho, el Capri moderno está basado en los mismos cimientos que el ID 5 de VW, ya que comparte la misma plataforma MEB EV que recientemente se utilizó como base para el Explorer eléctrico de Ford. Ford no ha revelado el precio, pero ha dicho que el Capri se lanzará en dos versiones distintas: Capri y Capri Premium (desafortunadamente sin Capri-Sun).

El primero ofrecerá 390 millas de autonomía eléctrica desde sus paquetes de baterías de 77kWh, que alimentarán un motor de 282bhp que impulsará las ruedas traseras. Los clientes que opten por los modelos Premium de 79kWh verán que la autonomía disminuye a 368 millas, ya que la configuración de motor más potente de 335bhp impulsará las cuatro ruedas.

Esto hace que la aceleración de 0 a 62 mph caiga a 5.3 segundos desde los bastante ágiles 6.4 segundos del modelo estándar. Al menos Ford rinde homenaje a los Capri más salvajes del pasado con sus credenciales de rendimiento.

En el interior, el nuevo Capri es bastante predecible, con discretos guiños al legado de Ford y la ausencia de toques retro juguetones empleados por otros fabricantes. En su lugar, una pantalla grande de 14.6 pulgadas se sitúa en el centro del tablero y Ford afirma que puede deslizarse hacia arriba y hacia abajo para el ángulo de visión más cómodo.

La compañía también asegura que la cabina tiene una "sensación minimalista y digital", ofreciendo Android Auto, Apple CarPlay y carga inalámbrica para smartphones como estándar. Un avanzado conjunto de características de seguridad también estará presente de serie, incluyendo 12 sensores ultrasónicos, cinco cámaras y tres radares que respaldarán niveles altos de conducción autónoma y asistencia avanzada al conductor.

Los propietarios del Capri original se horrorizarían ante la idea de tal tecnología de control, pero al igual que el Mustang Mach-E, Ford parece estar apuntando a la audiencia más amplia posible, en lugar de contentar a los entusiastas nostálgicos de los motores de gasolina.