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Despliegan robots parecidos a mascotas en medio de una 'epidemia de soledad'

A principios de la década de 1990, un investigador en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón comenzó a trabajar en lo que se convertiría en Paro.

En la década de 1990, un investigador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón comenzó a trabajar en lo que se convertiría en Paro. Más de 30 años después de su desarrollo, la foca robot de ojos grandes sigue siendo el ejemplo más conocido de un robot terapéutico para adultos mayores. En 2011, el robot alcanzó la cima del prestigio cultural a través de una breve aparición no oficial en "Los Simpson". Japón ha dominado el mercado de la robótica para la tercera edad durante décadas, debido tanto a la rápida adopción de nueva tecnología como a una población envejecida, ya que el 29% de la población del país tiene 65 años o más. Si bien el aumento en la esperanza de vida es positivo, también puede conducir a una disminución en la estructura de apoyo. Desde hace muchos años, se ha considerado a los robots como una forma de complementar la escasez de personal humano en el mercado de cuidados y ayudar a que los adultos mayores se sientan menos solos. Aunque Estados Unidos no tiene cifras tan pronunciadas, el país también está envejeciendo. Actualmente, hay 62 millones de estadounidenses de 65 años o más, lo que representa el 18% de la población total. Según Pew Research, se espera que esta cifra aumente a 84 millones, es decir, el 23% de la población, para 2054. A pesar de estar siguiendo la tendencia de envejecimiento de Japón, Estados Unidos no ha adoptado tecnologías similares con la misma rapidez. Durante varios años, la Oficina de la Vejez del estado de Nueva York ha trabajado para cambiar esta situación. Desde 2018, el departamento ha distribuido más de 31,500 mascotas robot a los neoyorquinos mayores. Greg Olsen, Director Interino de la oficina, mencionó que el programa fue inspirado por su hija de ocho años que compró una mascota robótica en Amazon. Olsen ha contado que al regresar a casa y verlo, pensó: "Esto sería increíble para probar". Esta oficina reparte tres modelos de mascotas robóticas: un perro similar a un retriever, un gato y unos pájaros rojos y azules, todos producidos por Ageless Innovations, una empresa especializada en la fabricación de animales de compañía robóticos para personas mayores bajo la marca Joy for All. El pájaro es la adición más reciente a la línea, llamado oficialmente "Walker Squawker", un pequeño robot diseñado para montarse en dispositivos de asistencia para caminar. Al igual que los perros y gatos, estos pequeños pájaros responden a la luz y al tacto. Además, empiezan a cantar cuando detectan que el movimiento se ha detenido, con el objetivo de motivar a sus propietarios a utilizar su asistencia para caminar. A pesar de esto, el retriever sigue siendo el modelo más popular, representando aproximadamente el 60% de las solicitudes totales. El mismo año en que la Oficina para la Vejez de Nueva York comenzó a probar el uso de estos robots con los neoyorquinos mayores, el cirujano general de EE.UU., Vivek Murthy, afirmó que la soledad está "asociada con una reducción en la esperanza de vida similar a la causada por fumar 15 cigarrillos al día y aún mayor que la asociada con la obesidad". Aunque la soledad puede acelerar el deterioro cognitivo en personas mayores, la propiedad de mascotas ha demostrado ser un método efectivo para combatirla. Sin embargo, en ocasiones, la propiedad de mascotas reales no siempre es viable para los adultos mayores, por lo que los robots se presentan como una alternativa. Aunque los robots mascota han demostrado ser prometedores en la lucha contra la soledad, no son una cura por sí solos. Olsen señala que el programa de mascotas robóticas es solo una de las 21 colaboraciones que la Oficina para la Vejez de Nueva York tiene con empresas tecnológicas, incluida una con Intuition Robotics, que produce ElliQ, un robot social que ayuda a los usuarios a conectarse y monitorear a sus seres queridos. El programa de mascotas robóticas, en funcionamiento desde hace seis años, ha sido una herramienta efectiva para la organización, según Olsen, quien menciona varios testimonios de clientes que se han encariñado con sus mascotas, incluyendo uno que dijo que tendrían que "arrancarle este gato de mis manos muertas". Otro cliente solicitó ser enterrado con su robot, lo que desconcertó inicialmente a los asistentes al funeral cuando escucharon ladridos amortiguados provenientes del ataúd.