AT&T y Verizon tienen un conflicto con el servicio satelital Starlink de T-Mobile.
La industria de la comunicación satelital a teléfonos está volviéndose muy competitiva.
AT&T y Verizon han expresado su oposición a la próxima propuesta de servicio satelital directo a celulares de T-Mobile, desarrollada en colaboración con SpaceX. Ambas compañías argumentan que la implementación de SpaceX podría perjudicar sus redes de banda ancha móvil. Esta semana, AT&T y Verizon presentaron documentos ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) solicitando el rechazo de la petición de SpaceX para relajar los límites de emisiones fuera de banda, uniéndose a la oposición de las empresas satelitales EchoStar y Omnispace.
En 2022, T-Mobile anunció su alianza con SpaceX, prometiendo eliminar las zonas muertas al permitir que los teléfonos móviles se conecten a los satélites de Starlink. Actualmente, SpaceX busca aumentar en nueve veces los límites de densidad de flujo de potencia permitidos, necesarios para implementar el servicio conocido como Suplemento de Cobertura desde el Espacio (SCS). Según AT&T, esta propuesta causaría una "interferencia dañina inaceptable" en las operaciones móviles terrestres.
Un análisis técnico realizado por AT&T indica que la propuesta de SpaceX podría resultar en una reducción promedio del 18% en la capacidad de descarga de su red en un mercado de despliegue representativo. La protección de las principales licencias y redes terrestres del SCS es fundamental, y las operaciones bajo la solicitud de exención de SpaceX no lo lograrían.
AT&T ya había planteado preocupaciones similares en una queja presentada ante la FCC en mayo del año pasado. Asimismo, Verizon y AT&T han anunciado sus propios servicios satelitales para teléfonos a través de AST SpaceMobile, los cuales no se espera que se implementen antes de 2025. Se anticipa que el servicio de T-Mobile y SpaceX se lance en otoño, siempre que las quejas presentadas no generen retrasos.
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