Tu guía para la seguridad: Cómo resguardar las marcas móviles de estafas de viaje.
Las aplicaciones móviles de viajes son susceptibles a estafas basadas en ingeniería social.
Cada año, millones de personas en todo el mundo planifican sus vacaciones buscando sol, mar y arena, utilizando aplicaciones móviles para organizar su viaje. Este verano, el número de vuelos programados ha alcanzado cifras récord, lo que indica un aumento en la demanda de viajes. Sin embargo, no todos disfrutan de esta experiencia, ya que el incremento en el uso de estas plataformas también ha traído consigo un aumento en los fraudes.
Recientemente, se informó que Booking.com ha registrado un incremento entre 500% y 900% en estafas relacionadas con viajes en los últimos 18 meses, la mayoría de las cuales son resultantes de técnicas de ingeniería social. Las instituciones bancarias también reflejan un aumento en este tipo de estafas; por ejemplo, Lloyds Bank indicó que los fraudes relacionados con compras vacacionales han aumentado un 7% en el último año, con pérdidas promedio para las víctimas de aproximadamente £765.
El crecimiento de las aplicaciones móviles ha facilitado la reserva de viajes, excursiones y vuelos, pero al mismo tiempo, ha permitido que delincuentes exploten esta tecnología a través de estrategias de ingeniería social. Los ataques exitosos pueden tener consecuencias graves, incluyendo pérdidas económicas, robo de identidad, y sentimientos de confusión y temor entre los consumidores.
Uno de los métodos más comunes de fraude es el "vishing", donde los estafadores simulan ser representantes de empresas reconocidas para obtener información personal. En un típico ataque de este tipo, un viajero recibe una llamada de alguien que se hace pasar por su aplicación de viajes, alegando un problema con la reserva y solicitando datos personales para confirmar la transacción. Este tipo de fraude es difícil de identificar ya que los estafadores pueden cambiar su estrategia en función de las respuestas del consumidor.
De acuerdo con estadísticas recientes, casi el 70% de los adultos en edad laboral y profesionales de IT han experimentado algún tipo de ataque de vishing. La interacción humana directa en estos casos lo hace más difícil de detectar en comparación con fraudes a través de correos electrónicos. La importancia de permanecer alerta es crucial, dado que el simple hecho de contestar una llamada puede convertirse en riesgo.
Además, los estafadores están comenzando a adoptar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial generativa, lo que complica aún más la identificación de estos ataques, ya que permite simular voces y falsificar identificaciones de llamadas. En este contexto, no es suficiente que los usuarios tengan precauciones; se requiere que las marcas implementen medidas de seguridad robustas.
Desde Booking.com se ha instado a los hoteles y viajeros a utilizar autenticación de dos factores como una forma eficaz de protegerse contra el robo de credenciales. Sin embargo, la responsabilidad de proteger la experiencia de las aplicaciones recae en gran medida en los fabricantes, con un 57.5% de los usuarios opina que son ellos los que deben tomar la iniciativa en esta tarea.
Los desarrolladores de aplicaciones móviles deben centrarse en crear funciones que añadan valor y mejoren la experiencia del usuario, pero también es crucial que se ocupen de la ciberseguridad. La adopción de soluciones automatizadas que fortalezcan las defensas contra ataques de ingeniería social en aplicaciones móviles es esencial. Estas soluciones modernas permiten que los equipos de desarrollo se concentren en la innovación al tiempo que garantizan que cada nueva versión de la aplicación esté protegida sin necesidad de trabajo manual adicional.
Viajar debe ser una experiencia placentera, y para ello es necesario que las marcas de viajes y aplicaciones móviles tomen medidas proactivas para enfrentar los fraudes cibernéticos, protegiendo así a sus usuarios. Sin un enfoque sólido en la ciberseguridad, corren el riesgo de perder la confianza del consumidor, lo que a su vez afecta su reputación y su capacidad para atraer nuevos clientes.