Windows 11 genera una caché de 8.63GB que no se puede eliminar.
El problema del caché que no se puede eliminar se origina en el sistema de "actualización de puntos de control", una función creada para descargar parches más pequeños e incrementales en lugar de actualizaciones completas.
La reciente actualización 24H2 de Windows 11 ha presentado un problema significativo con la generación de un caché de actualización de 8.63GB que no se puede eliminar. Este caché se crea durante el proceso de actualización y parece permanecer en el sistema, a pesar de los intentos de los usuarios de borrarlo mediante métodos tradicionales como la limpieza del disco, Storage Sense o incluso la eliminación manual de carpetas del sistema, como Windows.old.
El problema parece estar relacionado con las actualizaciones de punto de control, una nueva característica de Windows 11 diseñada para simplificar y reducir el tamaño de las actualizaciones al descargar parches más pequeños en lugar de actualizaciones completas. Aunque esta funcionalidad se pensó para mejorar la eficiencia, ha resultado en la acumulación de un archivo de caché notablemente grande y persistente.
El caché se presenta como un consumo de 8.63GB de espacio en disco, aunque expertos indican que el espacio realmente utilizado podría ser menor, sugiriendo que la diferencia podría deberse a un error de reporte en la herramienta de limpieza de disco. Los usuarios han reportado este inconveniente en foros y a través del Centro de Comentarios de Windows, indicando que incluso herramientas avanzadas como SFC Scannow no logran resolver el problema.
Microsoft ha reconocido la existencia de este bug y está trabajando en una solución, aunque aún no se ha confirmado una fecha específica para el lanzamiento del parche. Mientras tanto, se recomienda a los usuarios que no intenten eliminar el caché manualmente, ya que esto podría causar interrupciones en futuras actualizaciones de Windows o incluso en el sistema operativo mismo. Este error resulta frustrante, especialmente por la escasa opción de solución sin tener que reinstalar completamente Windows 11. No obstante, dado que el caché probablemente no está ocupando el total de 8.63GB, se considera un problema más estético que crítico para el sistema.
La situación recuerda que incluso las actualizaciones más rutinarias pueden provocar problemas inesperados.