¿Por qué los reproductores de casetes y CDs son tan voluminosos en la actualidad?
¿Qué ha ocurrido desde la década de 2000 hasta el presente?
Las ventas de cintas de casete han alcanzado su máximo en 20 años, mientras que el mercado del vinilo sigue en una racha de crecimiento de 17 años. Además, los CDs están ganando la atención de la generación Z. Este regreso de medios físicos retro ha llevado a empresas tecnológicas a desarrollar nuevos dispositivos que permiten reproducir estos formatos. Compañías como We Are Rewind y Fiio han lanzado diseños renovados de reproductores de casete y CD, incorporando funcionalidades adicionales como carga por USB-C y conectividad Bluetooth.
Sin embargo, al analizar estos dispositivos modernos, se observa que no parecen ser tan avanzados como algunos de sus homólogos vintage. Por ejemplo, el reproductor de casete Bluetooth de We Are Rewind tiene dimensiones similares al primer Walkman de Sony de 1979. En contraste, durante el apogeo de la era de los casetes, hacia principios de los 2000, los reproductores se habían reducido casi al tamaño de las propias cintas. El DM-13 Bluetooth de Fiio para CDs tiene un diseño cuadrado que recuerda a un Sony Discman de finales de los 80, mientras que en 2001 ya contábamos con reproductores de CD mucho más delgados de marcas como iRiver, Panasonic y Sony, que ofrecían una protección anti-salto suficiente para disfrutar de un álbum completo sin interrupciones.
Entonces, ¿qué sucedió con los diseños compactos que solíamos dar por sentado a principios de los 2000? Para un canal de YouTube, se realizó una entrevista con representantes de estas empresas, We Are Rewind y Fiio, para comprender por qué no se pueden replicar los reproductores de casete y CD como antes. Se puede observar una comparación práctica de estos gadgets con los reproductores de casete y CD en la cima de la tecnología.