
La orden de Trump sobre la reserva federal de Bitcoin no genera entusiasmo en el mercado cripto.
Un fundador de un fondo de inversión en criptomonedas comparó la situación actual diciendo que es como un "cerdo con lápiz labial". El viernes, el valor de bitcoin había caído casi un 20 por ciento desde su máximo histórico alcanzado en enero.
La inestabilidad de las acciones en EE. UU., junto con la caída de la confianza del consumidor y las crecientes insinuaciones sobre una posible recesión, marcan el segundo mandato del presidente Donald Trump como un período complicado y volátil. En medio de esta incertidumbre, la industria de las criptomonedas esperaba que el decreto ejecutivo anunciado el jueves, que establece una reserva federal de Bitcoin, impulsara el ecosistema de blockchain. Sin embargo, el valor de Bitcoin ha experimentado una fuerte caída, y el fundador de un fondo de cobertura centrado en criptomonedas calificó el decreto como "el resultado más decepcionante que podríamos haber esperado para esta semana".
Después de que Trump anunciara en enero su intención de firmar un orden ejecutivo para establecer un stock de criptomonedas, el mercado reaccionó con optimismo, y los precios de las criptomonedas aumentaron. Bitcoin alcanzó un máximo histórico de más de $109,000 en enero, tras superar la barrera de los $100,000 por primera vez a principios de diciembre. Sin embargo, el viernes, después de la publicación del decreto, Bitcoin sufrió una caída de aproximadamente cinco por ciento, llegando a un mínimo de $85,000. A pesar de una leve recuperación en el momento de la publicación, se mantenía alrededor de $88,000, lo que representa casi un 20 por ciento menos que su máximo de enero.
Una gran parte de esta reacción tibia se debe a que la reserva utiliza acciones que ya poseía el gobierno a través de confiscaciones o decomisos de activos civiles. Aunque el decreto deja abierta la posibilidad de futuras compras gubernamentales de Bitcoin, David Sacks, encargado de criptomonedas en la Casa Blanca, aclaró que solo se autoriza a desarrollar estrategias para adquirir Bitcoin adicionales siempre que no representen costos adicionales para los contribuyentes estadounidenses. Esto no fue lo que la comunidad cripto esperaba, y Charles Edwards, fundador del fondo Capriole Investments, expresó su descontento en redes sociales, describiendo el decreto como "un título elegante para los holdings de Bitcoin que ya existían".
Además, el decreto ejecutivo también contempla un "Stockpile de Activos Digitales de EE. UU." que incluirá otros tokens cripto como Ether, XRP, Solana y Cardano. En la Casa Blanca, se está llevando a cabo una cumbre de ejecutivos de la industria cripto, donde entre otros temas, se discutirá la regulación futura. Uno de los asistentes es Brian Armstrong, CEO de Coinbase, una de las compañías recientemente favorecidas por el SEC de Trump tras la eliminación de varios casos de cumplimiento.
Analistas sugieren que el mercado necesita señales más claras para recuperar la confianza, como políticas regulatorias favorables a las criptomonedas o indicios de que la Reserva Federal de EE. UU. planea recortar las tasas de interés. Durante su campaña para 2024, Trump se acercó a la industria cripto prometiendo crear una reserva federal de criptomonedas y convertir a EE. UU. en "la capital cripto del planeta". Adicionalmente, ha recibido críticas debido a su inversión en criptomonedas, lo que genera preocupaciones sobre posibles conflictos de interés, ya que él y su esposa Melania poseen memecoins que han caído significativamente desde sus máximos históricos. También tiene participación en la plataforma World Liberty Financial, que supuestamente compró más de $20 millones en criptomonedas antes de la cumbre en la Casa Blanca.