Toyota presenta su innovadora propuesta para vehículos de hidrógeno frío.
Siguen trabajando en la viabilidad de los vehículos de hidrógeno.
Toyota está avanzando en la tecnología de vehículos propulsados por hidrógeno al presentar un diseño de sistema que incluye un auto-presurizador. Esta innovación tiene como objetivo reducir la pérdida de gas que escapa y reutilizarlo como combustible, aumentando así la eficiencia del motor. En 2023, Toyota lanzó un sistema de hidrógeno líquido en el concepto GR Corolla H2, que mantiene el hidrógeno a -253 grados Celsius durante el llenado y almacenamiento en el tanque. Dado que el hidrógeno se encuentra en estado gaseoso a temperatura ambiente, las bombas deben operar a baja temperatura para evitar que el líquido se evapore. Sin embargo, aún existe gas de evaporación que se desperdicia.
Para abordar este problema, Toyota presentó un “auto-presurizador” en la carrera de la Super Taikyu Series 2024, que utiliza la presión del gas de evaporación para incrementar la presión entre dos y cuatro veces, generando combustible reutilizable sin necesidad de energía adicional. Además, la empresa espera utilizar cualquier gas adicional para alimentar un pequeño paquete de pilas de combustible que impulse el motor de la bomba de hidrógeno, mejorando así aún más la eficiencia.
La implementación de vehículos de hidrógeno líquido presenta complejidades tanto en el almacenamiento como en la configuración del sistema. Según el profesor Jacob Leachman, de la Universidad del Estado de Washington, los sistemas de bombeo de hidrógeno son los componentes más propensos a fallar en cualquier sistema de hidrógeno, ya sea criogénico o gaseoso. Leachman destacó que Toyota ha desarrollado una bomba de hidrógeno que aprovecha parte de la energía fría para fines de compresión, lo que representa un avance importante para los que están trabajando en vehículos de hidrógeno en estado líquido.
Leachman también comentó sobre un reto adicional: al sellarse un contenedor de hidrógeno líquido y permitir que hierva, la presión puede aumentar a más de 140 Megapascales (20,000 psi).