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Estados Unidos ignora los crímenes relacionados con las criptomonedas.

Durante la administración de Trump, las autoridades federales están optando por no presentar cargos contra las empresas de criptomonedas por diversas infracciones, lo que genera interrogantes sobre las normas que se deben aplicar y quién será responsable de hacerlas cumplir.

Desde la llegada al poder del presidente Donald Trump, las autoridades estadounidenses han reducido su papel en la supervisión de delitos relacionados con las criptomonedas. Abogados y legisladores están preocupados por el vacío de enforcement que esto puede crear, permitiendo que se infrinjan las normas sin consecuencias.

Durante su campaña, Trump se posicionó como defensor de bitcoin, y su familia ha establecido conexiones notables con la industria cripto. En los últimos meses, su administración ha comenzado a desmontar las políticas de enforcement de la era Biden, debilitando la división de enforcement civil que previamente se centraba en el sector cripto y otorgando indultos a ejecutivos cripto que se declararon culpables en el pasado. Ahora, el Departamento de Justicia (DOJ) también está retrocediendo en su enfoque hacia este ámbito.

En una carta dirigida a los empleados, el vicefiscal general Todd Blanche comunicó que la agencia dejaría en segundo plano ciertos procesos penales contra negocios de criptomonedas, incluyendo la falta de medidas contra el lavado de dinero y la obtención de licencias de transmisión de dinero. En conjunto con este cambio, el DOJ planea disolver su equipo nacional de enforcement de criptomonedas (NCET), que se especializaba en investigar delitos vinculados a criptomonedas.

La carta expresa que "la administración anterior utilizó el Departamento de Justicia para seguir una estrategia imprudente de regulación a través de la prosecución, que fue mal concebida y ejecutada". De ahora en adelante, el Departamento no perseguirá a las plataformas de intercambio de criptomonedas ni a servicios de mezcla o billeteras offline por las acciones de sus usuarios o violaciones no intencionadas de las normativas.

A pesar de ello, el DOJ continuará con la persecución de delitos donde se utilicen criptomonedas, como terrorismo, tráfico de drogas y piratería informática. Sin embargo, este nuevo enfoque sugiere que las empresas cripto podrán operar con más libertad respecto a ciertas leyes, al menos hasta que se establezcan regulaciones definitivas.

Expertos en derecho, como Christopher LaVigne, advierten que los cambios transmiten el mensaje de que las violaciones relacionadas con criptomonedas no serán perseguidas a menos que impliquen cuestiones graves. LaVigne también expresa la esperanza de obtener un sistema regulador que impida el fraude y proteja a los consumidores, aunque teme por las consecuencias que podrían derivarse de este vacío regulativo.

El DOJ ha adoptado este enfoque mientras la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) también ha mostrado un retiro similar de casos en curso contra destacados actores del sector cripto. La SEC se ha distanciado, incluso, de la supervisión de los memecoins, monedas que generalmente carecen de un propósito claro y son utilizadas para especulación financiera.

En meses recientes, Trump ha indultado a cofundadores de la plataforma de intercambio BitMEX, lo cual lleva a preguntarse sobre las implicaciones de tales decisiones, especialmente en un entorno donde la familia Trump está expandiendo su presencia en el espacio de criptomonedas.

Hasta llegar a julio, un nuevo grupo de trabajo del gobierno estadounidense se ha comprometido a presentar recomendaciones sobre la regulación del sector, pero aún no queda claro qué leyes se aplicarán y quién será responsable de hacerlas cumplir. A pesar de que las nuevas directrices del DOJ no prohiben las investigaciones, la realidad práctica sugiere que los fiscales podrían no estar interesados en perseguir casos relacionados con criptomonedas.

La situación deja a las empresas cripto la posibilidad de experimentar con nuevos tipos de tokens y productos financieros, aun cuando eso sobrepase los límites de las legislaciones vigentes. Sin embargo, algunos senadores han expresado su preocupación de que relajar el control sobre plataformas cripto podría dar lugar a resultados peligrosos en la sociedad.

A pesar de la aparente relajación del DOJ, expertos advierten que las violaciones actuales podrían tener consecuencias en el futuro bajo diferentes administraciones. Aunque el ambiente parece más favorable para el sector cripto, la necesidad de cumplir con la ley sigue vigente, y la incertidumbre sobre cuál normativa se aplicará continúa siendo un tema delicado.