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El verdadero significado de los momentos finales del estreno de la temporada de "The Last of Us".

En el estreno de la segunda temporada de "The Last of Us", Ellie es objeto de un insulto homofóbico. Craig Mazin comenta que esto pone de relieve las consecuencias de la falta de progreso en la humanidad.

En el estreno de la segunda temporada de The Last of Us, Ellie, interpretada por Bella Ramsey, vivió una experiencia que muchos miembros de la comunidad queer pueden reconocer. Se trata de la inquietante sensación que se siente al mostrar amor en público, sintiendo que los mirones desaprueban la situación, algo que no proviene de los zombis infectados, sino de un individuo con prejuicios. Ese momento refleja la tensión central del espectáculo, donde el creador, Craig Mazin, comenta que parte de la humanidad sigue atrapada en el 2003, año en que se marca el final del mundo en la serie. Este recrudecimiento del miedo en tiempos postapocalípticos ha hecho que algunas personas se aferren a prejuicios, mientras que otras, al intentar reconstruir lazos familiares, aceptan a quienes normalmente no considerarían aliados.

Mazin afirma que cualquier representación perturbadora de la homofobia sirve como un recordatorio de una época pasada, y el objetivo de la serie es precisamente no ignorar esto. Sin embargo, retratar la comunidad queer y la queerfobia sigue siendo una tarea delicada. La segunda temporada se desarrolla en un país que ha cambiado desde 2013, cuando se lanzó el primer videojuego, y 2023, cuando se emitió la primera temporada. La situación en 2025 presenta un clima hostil hacia las personas queer, especialmente hacia las personas trans que enfrentan numerosos ataques por parte del gobierno.

Neil Druckmann, co-creador del juego y la serie, reconoce la necesidad de equilibrar las narrativas queer dentro de un mundo que enfrenta debates actuales sobre los derechos trans. Sin embargo, considera que su enfoque en la historia no se ve influenciado por las presiones externas. La serie, basada en los videojuegos creados por Naughty Dog, ha sido objeto de elogios y críticas por las representaciones LGBTQ+. A pesar de las controversias, muchos fanáticos han acogido los personajes queer, aunque algunos han criticado la utilización de nombres previos de personajes trans.

La queeridad en The Last of Us también simboliza una forma de construir comunidad en una realidad donde muchos han perdido a sus familias. La narrativa del apocalipsis ilustra un mundo dividido en sectas y grupos en busca de venganza, donde las comunidades queer, acostumbradas a formar familias elegidas, presentan una alternativa para reconstruir la sociedad. La serie ha encontrado momentos clave para explorar estos temas, como en el episodio "Long, Long Time", donde dos personajes completamente diferentes encuentran el amor en medio del caos.

La creación de este mundo también conlleva desafíos. La serie es un reflejo de una búsqueda de un pasado idealizado que, en realidad, no benefició a todos. En la segunda temporada, la comunidad de Jackson, Wyoming, se convierte en un microcosmos del pasado, donde las antiguas actitudes discriminatorias resurgen. Mazin señala que en la búsqueda de la seguridad, algunos personajes repiten viejos comportamientos homofóbicos.

Las reacciones de la audiencia también han sido diversas. Después de episodios con fuertes representaciones queer, ha habido reacciones negativas, aunque en su mayoría provienen de una minoría vocal. Las críticas han surgido no solo del público, sino también de algunos jugadores molestos por la representación de personajes LGBTQ+ en los videojuegos, quienes consideran que algunas decisiones narrativas caen en trampas típicas del medio.

Al final, The Last of Us continúa desplegando personajes queer complejos y una narrativa que desafía los estereotipos. La serie incita a la reflexión sobre la humanidad en sus diversas facetas, mientras se enfrenta a la crítica y al amor, creando un espacio que admite la incomodidad como parte de su trama.