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La NHTSA presenta nuevas normas para vehículos autónomos, pero con una sorpresa.

La NHTSA está solicitando información a cambio de reducir obstáculos.

La Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras ha dado a conocer un nuevo esquema "voluntario nacional para la evaluación y supervisión" de vehículos autónomos, lo que representa un primer paso burocrático que podría resultar en la apertura de puertas para automóviles completamente autónomos. Sin embargo, hay un giro: la agencia requiere que las compañías de coches con conducción automatizada proporcionen más datos. Las reglas propuestas fueron anunciadas el año pasado como el Programa de Seguridad, Transparencia y Evaluación de Vehículos Equipados con ADS, conocido como AV STEP. Este programa permitiría a la agencia autorizar la venta y comercialización de más vehículos sin controles tradicionales, como pedales y volantes, sin exceder el límite anual de exenciones a los requisitos de seguridad.

NHTSA promete "un camino de exención que está diseñado específicamente para vehículos equipados con ADS", lo que sugiere un proceso menos complicado y más rápido para la liberación de automóviles completamente autónomos. A cambio, la agencia solicita más información de las empresas que operan vehículos sin conductor, argumentando que se necesita una mayor transparencia para generar confianza pública en esta tecnología. Adam Raviv, abogado jefe de NHTSA, mencionó que el AV STEP ofrecería un valioso marco nacional en un momento crucial para el desarrollo de la tecnología de sistemas de conducción automatizada. Resaltó la importancia de un desarrollo seguro, transparente y responsable para que la tecnología gane la confianza del público.

El inicio del proceso de elaboración de reglas por parte de la administración Biden podría significar un considerable avance para las empresas que han estado trabajando durante décadas en tecnología de vehículos autónomos, en un contexto donde el gobierno federal ha mantenido un enfoque pasivo en la regulación de estos vehículos, dejando a los estados la tarea de crear sus propias normativas. Una legislación que podría aumentar significativamente el número de vehículos autónomos en las carreteras ha estado estancada en el Congreso por más de siete años, debido a desavenencias legislativas sobre cuestiones como la seguridad, la responsabilidad y el número de exenciones a los estándares de seguridad de vehículos.

Los estándares federales de seguridad vehicular son un listado oficial que detalla lo necesario para que un automóvil pueda ser comercializado, incluyendo controles como volantes y espejos retrovisores, que los autos sin conductor no requieren, lo que obliga a las empresas a solicitar exenciones previamente. Sin embargo, existe un límite de 2,500 exenciones por compañía, y hasta ahora solo una, Nuro, ha recibido una exención FMVSS para sus robots de entrega de baja velocidad. General Motors intentó durante años obtener acceso a una exención para sus vehículos Cruise, pero terminó abandonando el esfuerzo.

La supervivencia de AV STEP en una posible administración de Trump es incierta, ya que se rumorea que el nuevo presidente busca eliminar una regla de transparencia de la era Biden que obliga a reportar accidentes e injurias. La eliminación de esta norma beneficiaría a Tesla, la empresa que ha reportado la mayor cantidad de accidentes, y cuyo CEO, Elon Musk, es un cercano asesor de Trump. La atención de NHTSA hacia la "transparencia mejorada" bajo AV STEP podría hacer que algunos duden de su viabilidad.

Por otro lado, defensores de la seguridad consideran que el aviso de propuesta de reglas es "prematuro" e innecesario. Cathy Chase, presidenta de Advocates for Highway and Auto Safety, observó que la propuesta llega en un momento extraño, justo después de que la industria automotriz presionó a NHTSA para eliminar una nueva norma que exige frenos de emergencia automáticos en vehículos nuevos para 2029. Chase concluyó que permitir que tecnologías mucho más complejas controlen funcionalidades de conducción sin cumplir con estándares mínimos de seguridad es inconsistente, e incluso podría resultar en consecuencias mortales.