La nueva campaña publicitaria de Xbox muestra confusión sobre qué es realmente una Xbox.
Microsoft, ¿requieres asistencia? No dudes en solicitarla.
Los tiempos actuales son difíciles y es comprensible que en ocasiones las personas puedan perder el rumbo. Como mencionó Norman Bates en Psycho, “todos enloquecemos un poco a veces”. Sin embargo, una nueva campaña publicitaria de Xbox ha generado ciertas preocupaciones.
Microsoft ha lanzado una iniciativa de marketing para sus consolas y el servicio de juegos en la nube denominada “This is an Xbox”. La campaña incluye carteles y anuncios que presentan una variedad de objetos como un ordenador portátil, un smartphone y un Meta Quest 3, todos ellos etiquetados como “un Xbox”.
Tras realizar una comprobación de hechos detallada, se ha confirmado que ninguno de esos objetos es realmente un Xbox. Aunque pueda parecer excesivo, estamos en un mundo donde existe una posibilidad real de que un personaje con características tan peculiares como el que es interpretado por Tim Curry en FernGully se convierta en Secretario del Interior, por lo que no tomaremos riesgos innecesarios.
El anuncio es aún más surrealista, alternando rápidamente entre objetos como un televisor de pantalla plana, un ROG Ally y un laptop, todo ello mientras suena “The Choice is Yours” de Black Sheep. En esta ocasión, se acompaña de la sencilla afirmación “This is an Xbox”, seguida por una cláusula secundaria que genera confusión. ¿Acaso existe algún tipo de virus informático en el software de inteligencia artificial que rige nuestro universo?
Microsoft, entendemos que esto es una campaña publicitaria y que no sostienen realmente que estos elementos que no son Xbox sean “un Xbox”. Claramente buscan promover su servicio de juegos en la nube, disponible en todos los dispositivos mostrados en los anuncios. Sin embargo, no es necesario contar con una suscripción costosa para jugar en un Xbox convencional.
Además, el internet es un espacio donde proliferan teorías de conspiración, engaños y comportamientos poco éticos. La realidad es lo suficientemente complicada sin tener que discutir qué es lo que realmente representan ciertos objetos. Esta situación recuerda a los extravagantes movimientos que Jobu podría haber realizado tras decorar el bagel en Everything Everywhere All at Once.