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La nueva estrategia arancelaria de Trump se asemeja a la de ChatGPT.

ChatGPT podría convertirse en el nuevo asesor económico de la Casa Blanca.

La reciente declaración del presidente Donald Trump sobre la política comercial de la Casa Blanca causó desconcierto generalizado cuando mostró un letrero de cartón gigante titulado “Aranceles Recíprocos”. En esta ocasión, Trump anunció un aumento del 10% en los aranceles de todos los productos importados a Estados Unidos, incluyendo aquellos provenientes de islas deshabitadas, además de imponer tasas excesivamente altas a ciertos países, basadas supuestamente en los "aranceles que se cobran a EE. UU.". Sin embargo, estos datos no coincidieron con estimaciones más precisas de otros métodos. Como resultado, los mercados bursátiles sufrieron caídas profundas y los consumidores enfrentan aumentos significativos en los precios de casi todos los productos que adquieren.

Los números presentados por la Casa Blanca parecían extraídos de una fórmula simplista que varios chatbots de inteligencia artificial recomiendan. El economista James Surowiecki reveló que los aranceles podrían ser calculados tomando el déficit comercial de un país con EE. UU. y dividiéndolo por sus exportaciones totales al país. Al reducir ese número a la mitad, se obtiene un “arancel recíproco descontado”. La Casa Blanca rechazó esta afirmación y compartió la fórmula que su equipo utilizó, que, según algunos, era una versión disfrazada del método de Surowiecki.

Surowiecki clasificó este enfoque como "nonsense extraordinario". La utilización de pero por parte del equipo de Trump parece ser el resultado de una solución rápida, similar a aquellos estudiantes que dejan su tarea para el último momento. De acuerdo a los usuarios de diversas plataformas de chatbots, al solicitar una forma sencilla de abordar el déficit comercial y equilibrar las condiciones con otros países, mostraron una sorprendente coherencia en sus respuestas, que incluían una versión de la fórmula del “déficit dividido por exportaciones".

Los resultados variaron ligeramente; algunos chatbots, como Grok y Claude, sugirieron específicamente reducir la cifra de arancel a la mitad, alineándose con la idea de descuentos de Trump. Aunque sugiere un arancel base del 10%, estos sistemas diferían en cuanto a si este monto debía sumarse al total de aranceles. Sin embargo, las similitudes en sus respuestas eran más notorias.

Los chatbots advirtieron, con diferentes grados de seriedad, sobre las complicaciones y el riesgo de esta aproximación simplificada. Gemini, más crítico, ofreció una serie de explicaciones señalando que, si bien el cálculo parece un método conveniente para abordar déficits bilaterales, las implicaciones económicas reales son mucho más complejas y podrían tener consecuencias negativas significativas. Además, muchos economistas consideran que los aranceles no son efectivos para equilibrar déficits comerciales.

Aunque no está claro si el equipo de Trump realmente utilizó una herramienta de IA para formular esta política comercial, lo cierto es que los chatbots generan información a partir de datos de entrenamiento, y no se sabe cómo llegaron a esta fórmula específica. Sin embargo, el mundo seguirá atento a la implementación de estos aranceles a partir del 5 de abril y a los efectos que la matemática improvisada del equipo de Trump tendrá sobre el comercio global.