Cover Image for El Corvette ZR1 alcanzó 233 mph en una prueba que comenzó en un mundo virtual.

El Corvette ZR1 alcanzó 233 mph en una prueba que comenzó en un mundo virtual.

Una carrera virtual a gran velocidad.

El Chevrolet Corvette ZR1 alcanzó una velocidad máxima de 233 mph en octubre del año pasado durante pruebas en un circuito cerrado, aunque no es el automóvil de producción legal para la calle más rápido del mundo, ese título le pertenece al Bugatti Chiron Super Sport 300+, que supera las 300 mph. Lo notable del ZR1 es su precio inicial de $174,995, que, aunque puede parecer elevado, es considerablemente más accesible que el Bugatti, que cuesta más de $4 millones. Por lo tanto, el ZR1 se posiciona como el coche de producción más rápido del mundo que está disponible por menos de $1 millón.

Para alcanzar esta velocidad, el ZR1 fue probado en un extenso circuito de pruebas en Papenburg, Alemania, donde los conductores experimentaron 1.7 G vertical en las curvas debido a la inclinación del trazado. Para estos intentos, el equipo utilizó simulaciones avanzadas que normalmente se aplican en situaciones más utilitarias, como calcular la mejor inclinación para que un Silverado pueda remolcar sin problemas. En este caso específico, la velocidad máxima fue el único objetivo y se logró una concordancia notable entre las simulaciones y los resultados reales, con una diferencia de menos del 0.5%.

El Corvette siempre ha sido reconocido como un competidor fuerte entre los automóviles de alto rendimiento, a menudo se le considera una opción valiosa en comparación con marcas de renombre como Porsche, Ferrari y Lamborghini. Aunque estos últimos suelen sobresalir en peso y precio, el ZR1 lleva esta relación de valor a otro nivel con su mayor potencia y capacidad de manejo. Desde su primera aparición en los años 70, el ZR1 se ha evolucionado y hoy cuenta con un impresionante motor V8 biturbo de 5.5 litros que genera 1,064 caballos de fuerza, además de contar con frenos de cerámica de carbono y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 R.

La preparación para la prueba comenzó con la búsqueda de un lugar adecuado. Aunque General Motors posee varias instalaciones, los ingenieros sabían que necesitaban un espacio más amplio para realizar la prueba de velocidad. Elegieron el Óvalo de Alta Velocidad en ATP Automotive Testing en Papenburg, que tiene una longitud de 7.6 millas y cuenta con rectas de 2.5 millas. Sin embargo, el tiempo en este circuito era limitado, por lo que se buscó maximizar la preparación anticipadamente y ajustar todos los detalles de antemano.

La simulación se inició con un modelo virtual completo del ZR1, lo que permitió probar aerodinámica y rendimiento del motor de forma precisa. A pesar de usar modelos digitales avanzados, los ingenieros se dieron cuenta de que en las primeras pruebas el automóvil estaba generando menos potencia de la esperada. Tras una revisión, ajustaron varios parámetros, resaltando la importancia del tiempo de encendido del motor, lo que les permitió restablecer la potencia perdida.

En el día de la prueba definitiva, todos los factores estaban alineados: condiciones climáticas ideales y un sólido análisis de datos. Cuando el equipo decidió que el presidente de General Motors, Mark Reuss, sería el conductor para registrar la velocidad final, el resultado fue de 233.29 mph. Esto se asemejó notablemente a las simulaciones, lo que respalda la precisión de esas predicciones y podría beneficiar el desarrollo de otros vehículos en el futuro.

El ZR1 no solo destaca por su impresionante velocidad y prestaciones; su desarrollo ha demostrado cómo las simulaciones pueden influir y optimizar la ingeniería automotriz más allá de la pista, evidenciando que este tipo de tecnología puede ofrecer soluciones valiosas para otros desafíos en la industria automotriz.