El CEO de Anthropic expresa un optimismo total hacia la tecnología en un extenso elogio de 15,000 palabras sobre la IA.
El CEO de Anthropic, Dario Amodei, desea aclarar que no es un pesimista en cuanto a la inteligencia artificial. Esa es la impresión que deja su extenso ensayo de aproximadamente 15,000 palabras que publicó recientemente.
Dario Amodei, CEO de Anthropic, se presenta como un defensor optimista de la inteligencia artificial, como se desprende de un extenso ensayo de aproximadamente 15,000 palabras que publicó en su blog. En este análisis, Amodei propone un futuro donde los riesgos asociados a la IA han sido mitigados y esta tecnología contribuye a un mundo con prosperidad, bienestar social y abundancia. Aunque reconoce los aspectos negativos de la IA, critica a las empresas del sector que exageran las capacidades de sus tecnologías.
Amodei anticipa que una IA "poderosa", capaz de superar a un ganador del Premio Nobel en áreas como biología e ingeniería, podría desarrollarse tan pronto como en 2026. Esta IA no solo sería capaz de realizar tareas complejas, como demostrar teoremas matemáticos no resueltos o escribir novelas de alta calidad, sino que también tendría la capacidad de manejar cualquier software o hardware, lo que implicaría que podría realizar casi todos los trabajos humanos de forma más eficiente.
Sin embargo, el camino hacia ese futuro es complejo. Actualmente, los mejores modelos de IA no "piensan" en el sentido humano, sino que replican patrones de datos de entrenamiento. Amodei se muestra optimista sobre la posibilidad de que la IA avance en la medicina, afirmando que dentro de 7 a 12 años podría ayudar a combatir casi todas las enfermedades infecciosas, combatir la mayoría de los cánceres y curar trastornos genéticos. También plantea la idea de que IA desarrollada podría revolucionar el tratamiento de trastornos como el PTSD y la depresión a través de medicamentos diseñados artificialmente.
Si estas predicciones se materializan, Amodei pronostica un aumento en la esperanza de vida promedio hasta los 150 años, sugiriendo que la IA aceleraría los desarrollos en biología y medicina de manera significativa. Sin embargo, la falta de evidencia tangible en la actualidad para respaldar tales afirmaciones genera escepticismo.
El impacto positivo de la IA, según Amodei, abarcaría no solo la salud, sino también la economía global, incluyendo la posibilidad de erradicar el hambre y afrontar el cambio climático. Además, sugiere que la IA puede ayudar a elevar el PIB per cápita de regiones en desarrollo, como el África subsahariana, al nivel de China en un lapso de 5 a 10 años. No obstante, tales afirmaciones son ambiciosas y reminiscentes de ideas promovidas por defensores del movimiento de la "Singularity".
Si bien Amodei reconoce que estos cambios requerirán un esfuerzo considerable en salud global, filantropía y defensa política, sugiere que este tipo de transformación es inevitable que ocurra por el interés económico general. Sin embargo, esto choca con el histórico comportamiento humano de priorizar beneficios a corto plazo, como lo ilustra la deforestación.
También se menciona la problemática de cómo la IA podría afectar el empleo, admitiendo que, de hecho, podría dejar a los humanos en una situación desventajosa. Aunque Amodei no ofrece soluciones a esta disyuntiva, sugiere que las personas podrían encontrar satisfacción en emprender tareas complejas, a pesar de que una IA podría realizarlas mejor y más rápido.
A lo largo de su ensayo, Amodei también menciona la importancia de una implementación responsable de la IA que podría, con el enfoque correcto, reducir sesgos en el sistema legal y ofrecer una mayor equidad. Sin embargo, ignore los impactos medioambientales y las desigualdades que la IA ya está perpetrando, así como las cuestiones laborales que enfrentan aquellos que hacen posible el entrenamiento de estos modelos de IA.
Finalmente, algunos podrían ver tras el optimismo de Amodei una posible agenda comercial, dada la reciente búsqueda de financiación por parte de Anthropic y las similitudes con el mensaje de otros líderes del sector en momentos clave de recaudación de fondos. Esto plantea interrogantes sobre la sinceridad de las predicciones de un futuro brillante impulsado por la IA, mientras las realidades actuales del mercado y la tecnología siguen siendo complejas y en evolución.