Cadenas de supermercados en EE.UU. afectadas por un fallo cibernético en una gran empresa alimentaria.
Ahold Delhaize ha sido víctima de un ciberataque, lo que ha llevado a la interrupción de algunas secciones de su infraestructura.
Ahold Delhaize ha confirmado que fue víctima de un ciberataque que obligó a la compañía a suspender ciertas partes de su infraestructura tecnológica. Este incidente ha impactado en el funcionamiento adecuado de varias de sus tiendas de comestibles y farmacias, principalmente en Estados Unidos.
En un comunicado, la empresa informó que detectó recientemente un problema de ciberseguridad en su red estadounidense. Como respuesta, convocó a expertos externos para recibir asistencia, notificó a las autoridades y desconectó su red como medida preventiva. Ahold Delhaize opera diversas marcas de supermercados, tiendas de conveniencia y comercio electrónico en Europa y Estados Unidos, incluyendo Food Lion, Stop & Shop y Giant.
La compañía señaló que este incidente y las acciones tomadas para mitigar sus efectos han impactado a ciertas marcas y servicios de Ahold Delhaize USA, incluyendo varias farmacias y operaciones de comercio electrónico. A pesar de la situación, todas las tiendas continúan abiertas y atendiendo a sus clientes, y la empresa ha declarado que su prioridad es la seguridad de sus clientes, empleados y socios.
Según un informe, las dificultades que enfrentan los minoristas en Estados Unidos han estado ocurriendo durante la semana pasada, lo que ha llevado a varios empleados a expresar su frustración en redes sociales. Sin embargo, el impacto no ha sido uniforme para todos los comercios; por ejemplo, en algún momento, la farmacia de Stop & Shop no pudo reabastecer recetas, y la situación se complicó con la caída de las líneas telefónicas. Por otro lado, Food Lion tuvo que gestionar entregas faltantes y retrasadas, mientras que las fechas de entrega de pedidos de Instacart se aplazaban constantemente.
En cuanto a más detalles, se cuentan con pocos en este momento, y se ha informado que los empleados no deben discutir el incidente con la prensa. Generalmente, cuando una empresa desconecta sus sistemas, es para prevenir que sean cifrados o que los atacantes extraigan información, lo que suele ocurrir en un ataque de ransomware.