
Investigadores desarrollan tatuajes electrónicos para medir la sudoración.
¿Podrían los sensores adhesivos de sudor ser el futuro del monitoreo de la salud?
Un equipo de investigación en la Universidad de Massachusetts Amherst está desarrollando tatuajes electrónicos de grafeno que se adhieren a la piel y funcionan como biosensores. Estos dispositivos son capaces de analizar compuestos presentes en el sudor, lo que podría permitir la detección de diversas condiciones de salud y niveles de estrés.
Estos sensores portátiles, concebidos inicialmente por especialistas de la Universidad Northwestern, tienen menos de un milímetro de grosor, lo que los hace prácticamente invisibles y capaces de adaptarse al movimiento de la piel. Se espera que, en el futuro, estas piezas puedan utilizarse para realizar lecturas en tiempo real y de manera continua.
Hasta ahora, la investigación se ha centrado en cómo utilizar estos biosensores para monitorear parámetros vitales como la frecuencia cardíaca y la presión arterial, dos indicadores clave de posibles complicaciones de salud. Sin embargo, se prevé que la próxima generación de estos parches obtenga datos a partir del sudor, un enfoque que ha despertado un gran interés en el ámbito científico.
En 2017, investigadores de la Universidad de Texas desarrollaron una versión aún más delgada de un biosensor de grafeno que se aplicaba a la piel de manera similar a un tatuaje temporal. Ahora, el equipo de la Universidad de Massachusetts Amherst busca explorar las propiedades del sudor mediante estas novedosas e-tatuajes.
Dmitry Kireev, miembro del equipo, señala que el sudor transporta varios compuestos desde el interior del cuerpo hacia la superficie de la piel, y su objetivo inicial es medir el cortisol, que actúa como un indicador de estrés y otros trastornos. Aunque la monitorización del sudor no es una idea novedosa, muchos laboratorios están creando parches que detectan compuestos químicos, a menudo utilizando sensores electroquímicos que requieren cámaras para recoger sudor, lo cual limita su tamaño y versatilidad.
La innovación de los e-tatuajes de grafeno reside en su capacidad para funcionar sin estas cámaras, lo que los convierte en dispositivos más compactos. En esencia, el grafeno actúa como un transistor; cuando un compuesto presente en el sudor se encuentra con las moléculas en la superficie del grafeno, se genera una señal eléctrica que permitirá medir la concentración del compuesto a través de variaciones en la resistencia del transistor.
En el futuro, se espera que estos e-tatuajes puedan detectar otros compuestos en el sudor como glucosa, lactato y estrógeno, que podrían servir como indicadores de problemas de salud. Como accesorios de estilo de vida, estos dispositivos podrían ofrecer señales tempranas de ciertas afecciones o servir como fuente adicional de información valiosa para aplicaciones de fitness. En un entorno médico, los biosensores permitirían transmitir datos en tiempo real sin la necesidad de realizar análisis de sangre.
Sin embargo, la implementación de esta tecnología aún está en proceso. En la actualidad, los e-tatuajes de grafeno requieren estar conectados a un circuito electrónico con un chip para transmitir datos, lo que impide que sean tan flexibles e invisibles como se desea. Por lo tanto, para lograr este objetivo, los investigadores deberán desarrollar circuitos completamente integrados que usen grafeno y que incluyan fuentes de energía y transmisores inalámbricos. Este proceso podría presentar desafíos significativos, pero se espera que en la próxima década los e-tatuajes con capacidad de detección de sudor se integren en los relojes inteligentes más avanzados.