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¿Qué sucede cuando los paneles solares dejan de funcionar?

¿Los paneles solares tienen alguna oportunidad de ser reutilizados?

A finales de 2024, se espera que la capacidad de generación solar en el mundo alcance casi 2,000 Gigavatios. Cada panel solar está compuesto por silicio, vidrio, diversos polímeros, aluminio, cobre y varios metales que capturan la energía del sol. En general, se estima que un panel puede durar hasta 30 años, siempre que no sufra daños. No obstante, surgen preguntas sobre el destino de los materiales cuando los paneles actuales se vuelven obsoletos y si realmente estamos desperdiciando esos recursos.

Tradicionalmente, se cree que los paneles solares tienen una vida útil de aproximadamente 30 años, aunque la realidad es más compleja. Según expertos, los paneles tienden a experimentar una mayor tasa de fallos al inicio de su vida, atribuibles a errores de fabricación o instalación. Durante su vida media, muy pocos paneles presentan fallos, mientras que la tasa de fallos aumenta a medida que se acercan al límite de tres décadas. Sin embargo, se estima que menos del uno por ciento de los paneles en operación fallan antes de alcanzar esa marca.

Matt Burnell, fundador de ReSolar, una startup británica, está investigando la reutilización y el reciclaje de paneles solares. En una visita a un parque solar que tenía 40,000 paneles, observó que 200 estaban dañados durante la instalación. Burnell tomó alrededor de 50 de esos paneles y descubrió que la mayoría aún estaban dentro de los márgenes de tolerancia de los fabricantes, a pesar de tener algunas pequeñas imperfecciones.

El clima también representa una amenaza significativa para la longevidad de los paneles solares. Eventos climáticos extremos y condiciones climáticas agresivas pueden causar degradación. A menudo, cuando un panel se rompe, reparar el daño no suele ser económicamente viable.

Además de los paneles dañados, hay muchos que se retiran de servicio después de 25 o 30 años, aunque no estén realmente en mal estado. Las razones detrás de esto son principalmente económicas. A medida que los paneles envejecen, su eficiencia disminuye; la exposición al sol puede hacer que las capas adhesivas se degraden, reduciendo la capacidad de generación de energía. La garantía de los fabricantes abarca un periodo de 30 años, donde se comprometen a que los paneles mantendrán un rendimiento mínimo del 80%. Una vez que expira esa garantía, a menudo resulta más rentable desechar y reemplazar los paneles.

Los parques solares operan con un número limitado de interconexiones, y cada una tiene un límite estricto de la energía que puede enviar. Por lo tanto, se busca que cada parque genere la máxima electricidad posible. Burnell menciona un parque solar en el Reino Unido que, tras 10 años, ha optado por reemplazar sus paneles por versiones más eficientes, lo que lleva al desperdicio de paneles que aún son funcionales.

Actualmente, solo uno de cada diez paneles solares es reciclado, y la mayoría termina en vertederos. La falta de un sistema estandarizado para rastrear el destino de los paneles plantea serias preocupaciones, especialmente con el aumento de su descarte en lugares como California. La situación legal respecto al reciclaje de paneles solares es fragmentada, con varias regulaciones que varían según el estado. En algunos casos, los paneles desechados deben ser tratados como residuos peligrosos si contienen metales pesados.

La EPA está trabajando en establecer reglas que estandaricen el proceso de reciclaje, pero hasta ahora, la mayor parte de los paneles se encuentra en un limbo sin un destino claro. En contraste, en el Reino Unido y Europa, las regulaciones obligan a las empresas a recoger y reciclar los paneles desechados.

Existen dos métodos para recuperar materiales de los paneles. Un enfoque mecánico, que es más simple pero menos eficiente, y métodos térmicos y químicos, que buscan separar los componentes de manera que se puedan recuperar metales raros. Sin embargo, el reciclaje de paneles solares enfrenta desafíos como la variación en los materiales utilizados y la falta de información sobre la composición exacta de cada panel.

Un aspecto prometedor para la mejora del reciclaje es la eliminación de los polímeros adhesivos en la construcción de los paneles. Investigaciones recientes han demostrado que es posible crear un panel que utilice láseres para unir sus componentes, lo que facilitaría su reciclaje al final de su vida útil. Sin embargo, la gran cantidad de paneles producidos bajo el antiguo sistema representará un reto significativo en el futuro.

En resumen, aunque se están haciendo progresos en la reutilización y el reciclaje de paneles solares, queda un largo camino por recorrer para resolver el problema del destino de los paneles al final de su vida útil.