Operadoras aseguran que nueva norma de la FCC incrementará el costo de los teléfonos.
El gobierno de Estados Unidos está evaluando nuevas normativas que los proveedores de servicios deben cumplir en relación con los teléfonos bloqueados. Esta situación ha generado descontento entre algunos de los operadores.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos está evaluando una normativa que obligaría a los operadores a desbloquear los teléfonos móviles en un plazo de 60 días después de su compra. Sin embargo, dos de los principales operadores, AT&T y T-Mobile, han expresado su preocupación, argumentando que esta medida podría perjudicar a los consumidores. T-Mobile, en una reciente presentación ante la FCC, señaló que un mandato de política de desbloqueo uniforme podría llevar a que sean los propios consumidores quienes sufran las consecuencias más severas. La compañía argumenta que los usuarios podrían perder el acceso a los beneficios de teléfonos gratuitos o con altos subsidios, ya que la propuesta obligaría a los operadores a reducir sus ofertas más atractivas.
Por su parte, AT&T mencionó que la obligación de desbloquear dispositivos antes de que se paguen totalmente podría resultar en un aumento de los precios de los teléfonos y desincentivar la financiación flexible. La compañía sugirió que, si la FCC decide implementar alguna regla, debería respetar los contratos actuales entre proveedores y clientes, otorgar al menos 180 días para detectar fraudes antes del desbloqueo y establecer un período mínimo de 24 meses para adaptar cualquier nueva normativa.
Desde la perspectiva de los operadores, los teléfonos bloqueados beneficiarían a los consumidores al mantener precios más bajos. Sin embargo, los defensores de los derechos de los consumidores argumentan que la nueva regla podría brindar una mayor variedad y mejores precios. Los teléfonos desbloqueados permiten a los usuarios cambiar de operador con facilidad, lo que facilita la competencia en el mercado.
La propuesta, presentada a principios de este año, establece que todos los proveedores de servicios inalámbricos deben desbloquear los dispositivos 60 días después de que un consumidor haya activado su teléfono, a menos que se detecte un fraude en ese lapso. La FCC había criticado anteriormente a T-Mobile por su política de bloquear teléfonos prepagos durante un año, mientras que este operador desbloquea los teléfonos postpago después de 40 días. En comparación, AT&T permite el desbloqueo de teléfonos pagados tras 60 días para postpago y seis meses para prepago, mientras que Verizon se destaca por cumplir con las políticas de la FCC desbloqueando automáticamente los dispositivos después de 60 días en ambos tipos de usuarios.
Los teléfonos son bloqueados por diversas razones, como la reducción del cambio de clientes, la recuperación de subsidios o la prevención de fraudes. Sin embargo, esta práctica puede dificultar el cambio de operador y, en última instancia, llevar a los consumidores a incurrir en costos más altos. Desbloquear un teléfono a menudo puede implicar un proceso engorroso e incluso costos adicionales al usuario.
Los defensores de la nueva regla incluyen varias organizaciones que promueven la protección del consumidor. Aunque la FCC aún no ha establecido un calendario para la implementación de la nueva normativa, se anticipa que el cambio en la composición de la junta, con la llegada de un nuevo presidente en Estados Unidos en enero, podría aumentar la posibilidad de que se produzca una votación antes de que termine el año.