Solo el 15% de los usuarios de Steam han jugado juegos lanzados en 2024, pero ¿cuál es la razón?
Parece que los usuarios de Steam han estado poniéndose al día con los juegos que tenían pendientes.
La revisión de fin de año de Steam ha puesto de manifiesto interesantes tendencias en el mundo de los videojuegos para PC. Según las estadísticas de 2024, solo el 15% del tiempo de juego de los usuarios de Steam se dedicó a títulos lanzados en este mismo año. Al analizar más a fondo los datos, se observa que un 47% del tiempo total se gastó en juegos lanzados en los últimos siete años, mientras que un 37% corresponde a títulos que tienen más de ocho años en el mercado.
Este fenómeno puede explicarse por diversas razones. Una posibilidad es que los jugadores estén aprovechando para jugar aquellos juegos que habían dejado pendientes en lugar de lanzamientos recientes. Aunque la proporción de tiempo dedicado a los nuevos lanzamientos ha aumentado este año del 9% al 15%, lo que indica que los jugadores están comprando nuevos títulos.
Otra explicación puede radicar en el hecho de que los juegos más antiguos son más accesibles debido a sus precios reducidos, especialmente durante las ventas de Steam. Además, el impacto del Steam Deck juega un papel importante, ya que muchos juegos AAA recientes pueden resultar demasiado exigentes para esta consola portátil.
Los juegos de servicio en vivo más antiguos, como Counter-Strike, Dota 2 y PUBG, siguen dominando las listas de los más jugados en Steam, lo que dificulta a los títulos nuevos el lograr construir una base de jugadores sólida.
Adicionalmente, Steam cuenta con más de 200,000 títulos lanzados a lo largo de los años, en contraste con los apenas 18,000 juegos lanzados en 2024 según SteamDB. Esto naturalmente lleva a que una mayor proporción de usuarios dediquen tiempo a jugar títulos más antiguos.
A pesar de este contexto, el hecho de que un 15% del tiempo de juego se haya destinado a nuevos lanzamientos es notable, especialmente al compararlo con el 17% registrado en 2022. Esto sugiere que las cifras están mejorando después de una caída significativa en 2023, lo que genera expectativa sobre un posible aumento en el interés por nuevos títulos el año próximo.