¿Es el 'castlecore' la estética de nuestro futuro tecno-feudal?
Por qué estamos idealizando la Edad Media.
La estética "castlecore", que evoca elementos medievales como la cota de malla y la arquitectura de piedra, está cobrando fuerza en la cultura contemporánea, influyendo en la moda, el diseño de interiores y más. Este movimiento, también conocido como medieval moderno, fusiona los detalles históricos con comodidades actuales, indicando un regreso a las temáticas de la Edad Media en un contexto moderno. Esta tendencia ha comenzado a hacerse evidente desde 2018, cuando Zendaya deslumbró en la Met Gala con un atuendo inspirado en Juana de Arco, pero ahora se manifiesta en múltiples plataformas, como TikTok e Instagram, donde creadores comparten tutoriales para confeccionar prendas de cota de malla.
Las búsquedas en Pinterest reflejan esta nostalgia por lo medieval, con un aumento notable del 110% en términos relacionados con la estética medieval. Esta plataforma ha pronosticado que las nuevas generaciones, como los Millennials y Gen Z, se inspirarán en los castillos antiguos para el diseño del hogar, mientras que la moda adoptará elementos góticos. La variedad de la estética "castlecore" se refleja en el uso de tapices vintage y joyas antiguas en la decoración de interiores, y en la adopción de siluetas medievales y accesorios decorados con cota de malla en la industria de la moda.
Este revival no solo es interesante desde una perspectiva estética, sino que también está acompañado por un contexto político peculiar. La noción de que estamos entrando en una era de tecnofeudalismo y neo-medievalismo se está volviendo cada vez más prevalente. En este sentido, el tecnofeudalismo postula que las grandes corporaciones tecnológicas han adquirido un poder similar al de los señores feudales, mientras que el neo-medievalismo describe una fragmentación social y económica que recuerda a épocas pasadas. Esto se refuerza con la perspectiva crítica de que estamos en una evolución que podría presentar características más cercanas al feudalismo que al capitalismo clásico, lo que lleva a la búsqueda de estéticas medievales como una forma de escapar de la realidad actual.
Kathy Pham, una creadora que ha explorado la relación entre el "castlecore" y la política contemporánea, indica que este interés por lo medieval coincide con la descentralización global y tensiones políticas, lo que permite que las figuras históricas y estéticas vuelvan a cobrar importancia en la cultura popular. Se observa que la creciente atracción por lo medieval puede ser un intento colectivo de escapar de una realidad marcada por la desigualdad y la polarización social, lo que permite a las generaciones más jóvenes encontrar consuelo en fantasías históricas.
Además, el auge del género "romantasy" en la literatura también refleja esta tendencia, evidenciando un aumento considerable en las ventas de libros de ciencia ficción y fantasía. Esto se alinea con el éxito continuo de producciones como Game of Thrones, que han integrado estas estéticas medievales en la cultura popular contemporánea. A medida que nos encontramos en un mundo donde el acceso a lo real y lo material se ve disminuido, la fascinación por la Edad Media parece ser más que un simple fenómeno de moda; es un reflejo de la incertidumbre y volatilidad de nuestro entorno actual.
La moda y las tendencias culturales no solo existen en un vacío; están íntimamente conectadas con la política. Por tanto, mientras que el "castlecore" pueda parecer una tendencia pasajera, también se puede interpretar como una respuesta a la situación política y económica del momento. Se plantea la pregunta de si la adopción de estas estéticas es una mera escapatoria o si es parte integral de la realidad que vivimos. A medida que nos vestimos con elementos de la Edad Media, se sugiere que la forma en que nos expresamos visualmente está inexorablemente ligada a nuestro contexto sociopolítico.