Cover Image for Dentro de la caída inesperada y el sorprendente resurgimiento de Bench, la startup de contabilidad respaldada por capital de riesgo que colapsó durante las fiestas.

Dentro de la caída inesperada y el sorprendente resurgimiento de Bench, la startup de contabilidad respaldada por capital de riesgo que colapsó durante las fiestas.

El viernes 27 de diciembre se tenía previsto que iniciara un tranquilo fin de semana festivo. Sin embargo, resultó ser un verdadero caos para miles de pequeños empresarios que utilizan Bench, una herramienta de contabilidad.

El 27 de diciembre se suponía que marcaría el inicio de un relajante fin de semana festivo, pero para muchos propietarios de pequeños negocios que utilizaban los servicios de Bench, una startup canadiense de contabilidad y fiscalidad, fue un día caótico. Esa mañana, miles de usuarios no pudieron acceder a sus cuentas justo al inicio de la temporada de impuestos. El sitio web de Bench estaba fuera de servicio, excepto por un aviso que comunicaba el cierre de la empresa tras 13 años de operación. Según ex-empleados, los cientos de trabajadores de Bench fueron despedidos de inmediato y sin ninguna compensación.

La repentina interrupción tomó por sorpresa a muchos de sus clientes. Justin Metros, cofundador de Radiator, mencionó que se enteró de la situación cuando fue contactado por un medio de comunicación. "Nunca he visto a nadie cerrar así. Es una locura", comentó.

Bench se había presentado como una empresa moderna de contabilidad y fiscalidad, con una plataforma accesible para pequeñas y medianas empresas; afirmaba tener más de 12,000 clientes antes de su cierre. Sin embargo, entre sus dificultades figuró un intento de adoptar inteligencia artificial y herramientas de automatización en años recientes. Muchos ex-empleados expresaron que aunque la automatización de tareas contables parecía viable en teoría, resultó ser complicada en la práctica. Según algunos de ellos, la ejecución fue deficiente y los sistemas diseñados no funcionaban correctamente. El exceso de confianza en estas herramientas afectó la calidad del servicio, generando retrasos que llevaron a la pérdida de clientes.

Bench pasó por varias rondas de despidos desde finales de 2022, disminuyendo su personal de casi 700 empleados a menos de 400 para finales de 2024. La inestabilidad también se extendió a su alta dirección. Ian Crosby, cofundador y primer CEO de la compañía, dejó la empresa en 2021 después de acusar a miembros de la junta de forzar su salida tras disputas sobre decisiones estratégicas. Su sucesor, Jean-Philippe Durrios, intentó hacer la compañía rentable, pero no logró resolver los problemas operativos ni la deserción de clientes.

El constante cambio en la dirección culminó con la llegada de Adam Schlesinger como CEO en noviembre de 2024, quien fue asignado para llevar a cabo la venta de la empresa. Sin embargo, Bench se vio obligada a cerrar abruptamente el 27 de diciembre después de que un banco exigiera el pago de una deuda relacionada con el capital de riesgo. Curiosamente, la atención mediática que surgió tras el cierre ayudó a que Bench fuera considerada para una adquisición.

Jesse Tinsley, CEO de Employer.com, tuvo conocimiento del cierre mientras estaba de vacaciones y, junto a su equipo, negoció la adquisición de Bench en poco tiempo. Employer.com, que anteriormente no tenía experiencia en contabilidad, prometió revitalizar a Bench, recontratando a muchos ex-empleados y comprometiéndose a honrar los contratos con los clientes.

A pesar de las promesas de Employer.com, persisten dudas sobre la sostenibilidad de Bench. Las fusiones y adquisiciones requieren tiempo y un análisis exhaustivo, algo que parece complicado dada la rapidez en la que se llevó a cabo esta operación. Además, hay incertidumbres sobre la calidad del servicio que recibirán los antiguos clientes de Bench, especialmente considerando que muchos ex-empleados están siendo llamados de nuevo bajo contratos de corta duración, lo que agrava la inquietud sobre la estabilidad del negocio.