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He dejado de intentar adivinar las decisiones de Nintendo, especialmente en lo relacionado con el Switch 2.

La sorpresa es parte de la diversión.

En 2018, tuve la oportunidad de asistir a una reunión en Nueva York con Nintendo para conocer una nueva iniciativa que prometía ser una “experiencia interactiva para Nintendo Switch”. Dada la creatividad de la compañía, que ha lanzado productos como el Game Boy de doble pantalla y controladores de bongos, las posibilidades eran infinitas. Sin embargo, nunca imaginé que esa reunión se centrara en doblar trozos de cartón, ni que esos accesorios de cartón resultaran tan impresionantes. Desde entonces, decidí dejar de intentar adivinar los próximos movimientos de Nintendo.

En las últimas semanas, he reflexionado mucho sobre esa reunión. En un momento en que gran parte de la industria de los videojuegos espera ansiosamente el anuncio de la nueva consola sucesora de la Switch, Nintendo ha desviado su atención hacia otros proyectos. Recientemente, visité la compañía en Kioto, pero no era para conocer nuevo hardware; en su lugar, recorrí el recién inaugurado Museo de Nintendo. Aunque el mes pasado se presentó un nuevo gadget, no se trataba de una consola, sino de un despertador. Además, esta semana comenzaron a circular detalles sobre una prueba en línea que algunos esperaban que ofreciera pistas sobre la Switch 2. Pero en realidad, parece ser un juego en línea similar a Minecraft. Tres eventos importantes, sin señales de una nueva consola.

Este comportamiento no es una novedad. Nintendo tiene la costumbre de funcionar de manera independiente. Mientras que Sony y Microsoft lanzaron nuevas versiones de sus consolas, Nintendo optó por presentar una nueva versión del Game & Watch, un dispositivo portátil de LCD de los años 80. Lo sorprendente ha sido la frecuencia de anuncios recientes, que reflejan su singularidad. Aunque puede parecer una serie de decisiones al azar, la secuencia de aperturas de museos y lanzamientos de despertadores probablemente forma parte de una estrategia bien pensada.

Esto podría significar varias cosas. Tal vez Nintendo esté despejando el camino para mantener el foco en la Switch 2 en cuanto decida anunciarla. Durante la era de la Switch, la compañía ha aprendido a comunicarse de manera más clara; recordemos la confusión inicial que causó el anuncio de la Wii U, que fue confundida por algunos como un accesorio para la Wii. Por lo tanto, tiene sentido que despejen este tipo de iniciativas antes de presentar su próxima consola. Las presentaciones de Nintendo Direct se han convertido en eventos significativos y la dedicada a la nueva consola será probablemente la más importante hasta la fecha. No quieren arruinar esa oportunidad.

Además, esto puede reflejar la actual dirección de Nintendo, ya que la compañía busca ser reconocida como más que solo un fabricante de videojuegos. Shigeru Miyamoto, creador de Super Mario, mencionó en una conferencia de prensa en Kioto que su objetivo con el museo era demostrar que Nintendo es, ante todo, una empresa de entretenimiento. Mientras desarrolla en secreto una nueva consola y despacha la actual con éxito, también explora nuevas direcciones.

Esto incluye llevar las experiencias de Nintendo al mundo real a través de una asociación con Universal para un parque temático, un proyecto en el cual Miyamoto ha tenido un papel destacado, y su incursión exitosa hasta ahora en el cine con The Super Mario Bros. Movie, producido por el estudio Illumination. La compañía busca transformarse en un imperio del entretenimiento, utilizando su éxito en videojuegos como base. Esto sugiere que Nintendo está involucrada en múltiples proyectos más allá de una nueva consola; quizás veamos un tráiler de una película de Zelda en acción real antes de enterarnos de la Switch 2.

Sin embargo, hacer las cosas de manera diferente no garantiza el éxito, y Nintendo ha enfrentado fracasos en el camino. El auge actual de la Switch, junto con el éxito de la película de Mario y el parque temático Super Nintendo World, se produce después de los días difíciles de la Wii U, su consola de hogar menos vendida. Pasaron 30 años antes de que Nintendo siguiera el fracaso de la película original de Mario con un filme que recaudó mil millones. La industria de los videojuegos es cíclica, y es fácil pasar de ser líder del mercado a estar en la parte inferior. Esto hace que sea complicado anticipar los movimientos de Nintendo; en 2017, nunca habría pensado que la Switch sería su siguiente sistema, ni que superaría las ventas de la Wii y el Game Boy.

En definitiva, al igual que cuando me encontré doblando cartón en Nueva York, actualmente tengo dificultades para entender qué están pensando los ejecutivos de Nintendo. Tengo algunas teorías, alimentadas por rumores constantes, pero no tengo una idea clara sobre cómo será la próxima consola ni cuándo se anunciará. Solo sé que, sin duda, no será aburrido. Pero si llegara a serlo, eso sería otra gran sorpresa.