Cómo el Auto-Tune dominó la industria musical.
En el último episodio de The Vergecast, se aborda cómo un plugin de corrección de tono se ha convertido en el sonido más icónico de la música pop actual.
La música popular está en constante evolución, pero hay un elemento que se ha mantenido presente en casi todas las producciones de las últimas dos décadas: la omnipresencia del Auto-Tune. Lo que comenzó como una herramienta de procesamiento de audio en los años 90 ha evolucionado hasta convertirse en una fuerza dominante en la industria musical. Hoy en día, los artistas se están entrenando para cantar utilizando Auto-Tune y las canciones reflejan este estilo. A pesar de las opiniones encontradas, es evidente que Auto-Tune ha sido bien recibido por el público en general.
En un nuevo episodio de un podcast, el periodista musical y coanfitrión de Switched on Pop, Charlie Harding, narra la historia de Auto-Tune. Este relato empieza de manera inesperada en la industria del petróleo y el gas, y se entrelaza con la trayectoria de artistas como Cher y T-Pain. Con el tiempo, Auto-Tune se ha diseminado por todo el sector musical, volviéndose tan común que es más fácil notar su ausencia que su presencia.
Con más de veinte años en la era del Auto-Tune, Harding argumenta que la resistencia y el descontento hacia esta herramienta son exagerados y malinterpretados. Sugiere que, después de todo este tiempo, deberíamos considerar el Auto-Tune no como un recurso para ocultar las deficiencias musicales, sino como otro instrumento en el proceso creativo. A medida que más etapas de la creación musical se digitalizan y perfeccionan, el impacto de Auto-Tune parece estar lejos de desaparecer.
Además, mientras nos dirigimos hacia una posible "era de la IA" en la música, buscamos pistas en la historia del Auto-Tune que nos indiquen lo que podría suceder en el futuro. Se discute el sonido característico que surge de herramientas como Suno y Udio, y cómo los artistas utilizarán e incluso abusarán de la inteligencia artificial. La incertidumbre sobre las implicaciones de esta evolución plantea preguntas importantes sobre el camino que estamos tomando. Aunque aún no hemos llegado al punto culminante de la era musical de la IA, como sucedió con "Believe", es probable que esté por venir.